
La legisladora provincial, oriunda de Bragado, organizó una jornada titulada “La Palabra en Valor”, bajo el marco de la Comisión de Libertad de Expresión que preside. El evento, realizado con tono institucional y buenos modales democráticos, contó con la presencia de la periodista Caro Amoroso, histórica figura de un multimedio hegemónico nacional, habituada a conducir noticieros y encabezar coberturas desde estudios de televisión. Que curiosidad, el medio que tanto difamó y se burló de Arturo Illia y Raúl Alfonsín.
Se habló —cómo no— sobre el valor del periodismo, la necesidad de sostener la libertad de expresión “en tiempos complejos”, y el rol del respeto como base del diálogo. Todo en un clima de fotos, agradecimientos y frases que funcionan muy bien en redes sociales.
Lo que no se dijo en ese encuentro, es que en Bragado, la ciudad de la senadora, la libertad de expresión no es un valor en alza. No lo es para el gobierno local, con el que mantiene buena relación y pide » convivencia» y que más de una vez ha tenido gestos de censura solapada, recortes selectivos en pauta publicitaria y desinterés sistemático por medios o periodistas incómodos.
La legisladora compartió escenario con el propio intendente, validando con su presencia un doble discurso preocupante: hacia afuera, sermones sobre la democracia; hacia adentro, complicidad con el silencio. Pidiendo la no judicialización de la política, cuando hay indicios de ilegalidad por todos lados.
La elección de la expositora tampoco fue casual ni inocente. La periodista invitada representa a un modelo de comunicación centralista, vertical y alejado de los problemas de la prensa local o regional. Mientras tanto, los medios de Bragado —los que a diario intentan mantener una agenda propia y sin respaldo oficial— siguen siendo ignorados en estos espacios que, paradójicamente, dicen defender el derecho a expresar.
“La Palabra en Valor” parece entonces más un eslogan que una convicción. Porque en los hechos, la palabra que incomoda sigue sin tener lugar. Y porque en Bragado, el periodismo independiente, aún espera algo más que fotos y frases vacías: espera coherencia.
Usted haga lo que quiera y diga lo que quiera senadora Gil, y nosotros tenemos derecho de expresar que es una farsa y una hipocresía.
Nunca mejor expresado, Moisés, el teorema de Baglini a se confirma día a día , aquello que, cuanto menores son las posibilidades de un partido o dirigente político de acceder al poder, más irresponsables tienden a ser sus propuestas.» y por ende si de carambola accede al poder, se olvida de las mismas y solo tiene tolerancia -a veces poca- a la libertad de prensa, aunque sus discursos esten edulcorados de palabras como que «uds son los que nos ayudan a reconocer nuestros errores» fundamentalmente en los brindis del 7 de junio, cuando jamás hemos escuchado a un político decir «me equivoqué». Pura chachara, como dijo el ex senador Saadi a un Caputo ancestral sobre la polémica del Canal de Beagle. La pauta publicitaria que en realidad es solo para medios nacionales y en pueblos del interior no es obligatoria constitucionalmente, (habría que reformar ese punto para que si lo fuera) se utiliza como premio i castigo y sus montos nada tienen que ver con la «tirada» de los medios de papel que casi han desaparecido o el encendido de tadios y TV, sino con el arte de callarse la boca.
«»La puesta en Valor» que lindo suena. Yo le preguntaría a la senadora porque no hace una puesta en Valor y se pone a trabajar en cosas tan serias como son el hambre, la salud, la educación y demás. Use la palabra valor por su concepto y hago un esfuerzo y tenga un poquito de valor y trabaje por los vecinos