Diego Aliano, Mariano Ledezma y José Manso forman la banda de música “Paihuen”. Y como bien dice su nombre “Paihuen” –no podía ser de otra manera– tuvimos una charla amena, tranquila, en paz con dos de los tres integrantes –Diego y Mariano — que llevan años haciendo música en Bragado y alrededores.
Ellos no lo saben, pero ahora se van a enterar a través de estas líneas, ni bien atravesaron la puerta del Diario para irse –aclaro que vinieron con lluvia– recibí la primera ¡enhorabuena! por la entrevista, recalcando esa persona, que no solo son buenos músicos sino que gente buena. ¡Enhorabuena doblemente!
Escuche por ahí que son apasionados. -¡Y Sí!- Enseguida aclaró Diego –No hay otra forma, hay que dejar todo el tiempo algo de lado para poder hacer esto. Los chicos contaban que cada uno tiene una actividad aparte–Diego está en la rama textil y Mariano en la acería– y a veces es difícil poder congeniar entre todos para ensayar, es por aquello que Mariano cuenta que se conocieron siendo músicos de otros artistas, y allí surgió el proyecto que llevan y disfrutan juntos. Pues con alegría dice Diego –nuestras familias se conocen– para ellos no es solo tocar música, es vivir en armonía, compartir, juntarse a comer. Algunas veces a esta banda se le suma Martín Fierro, que toca el bajo y el acordeón.
¿Hacen música fusión? -¡Sí…!- Al unísono hablan ambos. Es lo que nos trajo hasta acá– hicimos fusión de Flok Rock– ahora acústica, norteña– el repertorio folklórico tiene un encanto propio, la gente lo conoce, es muy abierto…, es tan amplio que te permite encontrar música que te identifique–…también tienen las letras mucho para decir de lo que nos pasa a nosotros– .
Esta banda hace música que te invita, que te saca a bailar. Diego y Mariano, contaban una anécdota muy graciosa. En un bodegón de Pla, que no había mucho espacio, la gente se lo invento –sí– entre las dos puertas del local “hicieron la pista de baile” para que “el baile del trencito” circule libre y alegremente, entre el interior y el exterior del local. Diego se ríe al recordar cómo quedaron solos tocando en el interior, mientras estaban todas las personas afuera dándole la vuelta para entrar por la otra puerta. Me guardo esta frase –Si nosotros tenemos pasión para tocar, la gente que baila tiene mucha pasión para bailar–. Y ambos dos, esto lo saben muy bien, puesto que sus señoras las dos son grandes bailarinas, según nos dicen orgullosamente.
Músicos agradecidos de la música, agradecidos de la vida, de lo que la gente les da cuando los reconocen en la calle y los saluda. Músicos que aprendieron el verdadero valor de la música, y de lo que significa cuando algún “par” los reconoce, porque de cierta manera les muestran su madurez artística, y aunque crean que ya están grande de edad –son jóvenes–y tienen mucho para seguir dando a Bragado y a toda su gente.