
Anoche, en la ciudad de Chacabuco y ante un marco de gran público, la escuela Dicipio Box protagonizó una destacada velada con la participación de siete boxeadores que se presentaron en sus respectivos combates, mayormente frente a púgiles de 9 de Julio. Todos los representantes del gimnasio bragadense se impusieron en sus peleas, consolidando una jornada perfecta.
La última pelea estaba prevista para Bautista Demichiles, pero su rival no subió al ring, por lo que el combate fue dado por ganado por abandono.
El primero en subirse al cuadrilátero fue Ignacio “Lobo” Lobillo, quien enfrentó a Benjamín Rodríguez y ganó con claridad en los tres rounds, mostrando un boxeo preciso y una alta efectividad en sus golpes.
Luego fue el turno del mechitense Joaquín Albo, quien hacía su debut con licencia, y logró imponerse con comodidad en los dos últimos asaltos. También debutó oficialmente Franco Domínguez, con una actuación sólida que ratifica el buen nivel del equipo.
Más tarde llegó la pelea de Benjamín Romero, el destacado de la noche para El Censor, quien ofreció una gran demostración de concentración y potencia, superando ampliamente a Dylan Giussi en los últimos rounds.
El siguiente en subir al ring fue Aquiles Villarreal, que sumó una nueva victoria a su ascendente carrera, y en la pelea de semifondo, Martín Grosso se impuso ante Lorenzo Zeppa con un 80% de efectividad en sus golpes. Aunque fue la contienda más pareja de la noche, Grosso mostró mayor precisión y dominio técnico.
Desde hace tiempo, Dicipio Box viene consolidándose como una de las escuelas más destacadas de la región. Sus boxeadores han cosechado victorias frente a gimnasios de renombre, incluso en la Liga Metropolitana, considerada la más competitiva del país.
Durante la velada, el entrenador «Pepo» Dicipio fue reconocido por su labor formativa y su trayectoria en el boxeo regional. Dicipio, formador de su hijo “El Pumita” —quien actualmente entrena con el ex campeón mundial Juan Martín “Látigo” Coggi y se prepara para su debut profesional—, expresó su agradecimiento en redes sociales:
“Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todos los que hicieron posible este reconocimiento. Estoy orgulloso de haber podido compartir mi pasión por el boxeo con tantos jóvenes talentosos y verlos crecer como atletas y personas. Este logro no es solo personal, sino también un tributo a todos los boxeadores que han pasado por mi gimnasio y confiado en mí para alcanzar sus objetivos”.
“Dedico este reconocimiento a todos mis pupilos, pasados y presentes, que han trabajado duro para alcanzar sus sueños. Es un honor haber sido parte de sus carreras. Esto es un recordatorio de que la dedicación, la perseverancia y la pasión pueden llevarnos a grandes logros”.
Con resultados deportivos contundentes y un reconocimiento que destaca su tarea educativa y social, Dicipio Box reafirma su lugar como referente del boxeo regional y como una verdadera escuela de valores y disciplina.



