

En Mercedes, la campaña de Javier Milei parece haber entrado en silencio absoluto. A días de las elecciones legislativas, los referentes locales de La Libertad Avanza (LLA) brillan por su ausencia, en una escena que, paradójicamente, termina favoreciendo al intendente peronista Juan Ignacio Ustárroz.
El caso no es nuevo, pero esta vez el desinterés es tan notorio que ya nadie se pregunta si existe un armado libertario real en la ciudad. El espacio se divide entre dos figuras que se conocen demasiado: Rafael Velásquez, exmilitante camporista y hoy referente formal de Milei en Mercedes, y Mauricio Pollacchi, amigo de la infancia del propio Ustárroz. Ambos, con trayectorias distintas pero con un punto en común: su proximidad con el poder local.
Velásquez militó junto a Eduardo “Wado” de Pedro, y Pollacchi, actual concejal, mantiene un trato de camaradería con el intendente. La relación es tan fluida que, hace apenas unas sesiones, el edil invitó a los integrantes de Fuerza Patria a su casa “a comer pizza”. La escena ilustra mejor que cualquier discurso el tipo de oposición que hoy encarna La Libertad Avanza en Mercedes: complaciente, desdibujada y funcional al oficialismo.
Desde su desembarco en el Concejo Deliberante, los libertarios locales repiten el mismo guion que históricamente siguieron sectores de la UCR y de Juntos por el Cambio: acompañan con su voto los proyectos del Ejecutivo y evitan cualquier intento de control o denuncia. En los hechos, el bloque funciona como una escribanía del intendente, avalando partidas de fondos públicos y actuando como escudo político y judicial.
Un ejemplo concreto: el Concejo aprobó de manera “urgente” el desembolso de 510 mil dólares para la construcción de un cuartel de bomberos en Gowland, valuado originalmente entre 20 y 50 mil dólares. Ocho meses después, el cuartel no existe y ningún concejal —ni libertario, ni radical— se animó a denunciar la maniobra.
Tampoco hubo pronunciamiento alguno frente al megafraude del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), administrado a nivel nacional por Juan Grabois y ejecutado localmente con la participación del propio intendente. En Mercedes, el empresario que participó del programa y se benefició de las obras fue el mismo que donó un local partidario a Pollacchi. Aun así, el concejal no presentó denuncia alguna.
Mientras tanto, la “campaña” libertaria transcurre en redes sociales ajenas a la realidad local. Pollacchi publica en X (ex Twitter) junto a agrupaciones como Las Fuerzas del Cielo —los mismos que aseguran que Milei es la reencarnación de un gladiador romano—, mientras Velásquez se dedica a seguir cada aparición pública de Karina Milei.
El resultado de esta desconexión es previsible: una campaña inexistente, sin calle, sin militancia y sin propuesta, que deja el terreno libre para que Ustárroz retenga el control político sin oposición real.
Así, La Libertad Avanza en Mercedes parece haber optado por la estrategia más cómoda: callar, esperar que el arrastre nacional de Milei haga el trabajo y, de paso, no incomodar al poder local. Una campaña cero. O, dicho más crudamente, una entrega silenciosa de la elección al intendente.
