

Durante la noche del domingo se produjo un accidente en la intersección de Los Nogales y Los Naranjos, un cruce tranquilo del barrio que de pronto se volvió escenario de una historia con más versiones que certezas.
Según el parte policial oficial, el hecho ocurrió el 5 de octubre de 2025, cuando una motocicleta Gilera Smash, conducida por Ignacio Istillart, de 28 años, colisionó con un automóvil que se dio a la fuga. El motociclista fue trasladado al Hospital Municipal San Luis, donde la Dra. Volpe constató “escoriación en región interior de pierna izquierda”.
Gracias a los datos aportados por personal de Tránsito Municipal, el vehículo fue identificado: se trataba de un Citroën C3 rojo, dominio PBE 585, propiedad de Mauricio Tomasino (45), exfuncionario político municipal. Según el supuesto parte de policia, Tomasino fue acompañado a la seccional policial, donde se le practicó el test de alcoholemia, que arrojó resultado negativo, al igual que el del motociclista. Sin embargo una alta fuente policial asegura que Tomasino se presentó solo al lugar alrededor de las 23.30 hs.
La Dra. Pérez, de la Ayudantía Fiscal de Bragado, dispuso las diligencias de rigor, la declaración testimonial de la víctima, y la notificación de formación de causa al imputado, con intervención de la UFI N° 4 del Departamento Judicial Mercedes.
Hasta ahí, los hechos fríos del expediente.
La versión de Tomasino
Consultado por medios locales, Tomasino dio su propia versión de lo ocurrido: “Un chico que circulaba en moto chocó levemente contra mi auto”, explicó, y aseguró que su primera reacción fue bajar a asistirlo. “Me dijo que se encontraba bien, aunque no llevaba encima la documentación de la moto”, detalló.
El edil —que actualmente no ocupa cargo ejecutivo, pero mantiene presencia política— señaló que no hubo lesionados ni daños de gravedad, y que tras conversar con el motociclista se retiró del lugar, aunque dio aviso a las autoridades “para dejar constancia de lo ocurrido”. También aclaró que se sometió voluntariamente al control de alcoholemia, con resultado 0, y que se presentó en la comisaría para completar los trámites, entregar la documentación y realizarse estudios médicos de rutina en el hospital.
El ruido en las redes
Mientras tanto, familiares y vecinos del joven Istillart expresaron su enojo en redes sociales, cuestionando que el conductor del auto “se haya ido del lugar” y señalando trato desigual por su condición de exfuncionario. Las publicaciones se multiplicaron entre la noche del domingo y el lunes, generando un clima de sospecha más emocional que jurídico, aunque no por eso menos ruidoso.
Entre el expediente y el rumor
Lo cierto es que, en este punto, las dos versiones se superponen y se contradicen parcialmente. El parte policial menciona la “fuga del automóvil”, mientras que Tomasino sostiene que no huyó, sino que avisó y colaboró. La verdad, como suele ocurrir, podría estar en algún punto intermedio, a la espera de que la fiscalía determine si hubo abandono del lugar o simple confusión en el procedimiento.
En términos legales, el artículo 84 bis del Código Penal prevé sanciones agravadas si se verifica que un conductor abandona a la víctima tras un accidente, aunque en este caso no se trata de lesiones graves ni hay evidencia de dolo.
Mientras la justicia avanza con las actuaciones, la política local vuelve a quedar en el centro de la escena, no tanto por la magnitud del hecho sino por la percepción pública: la sensación de que, una vez más, los nombres conocidos parecen moverse en un terreno distinto al del ciudadano común.
Y así, entre informes policiales, versiones contrapuestas y posteos en Facebook, el barrio volvió a ser el tribunal más rápido del oeste bonaerense, donde cada vecino emite su propio fallo antes que lo haga la Justicia.
