

El campo alzó la voz y el Gobierno respondió. Apenas unas horas después de la protesta que productores llevaron adelante en 9 de Julio, exigiendo respuestas frente a las inundaciones que paralizan sus tierras, la Mesa de Enlace recibió una novedad largamente esperada: se reactivaron las obras del Plan Maestro del Salado, en su Tramo IV.
La confirmación llegó en una reunión en Buenos Aires con el titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero, Juan Pazo; el subsecretario de Producción, Pablo Lavigne; y el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta. El anuncio marca el reinicio de una obra clave para mitigar inundaciones y sequías en la Cuenca Interprovincial del Río Salado, una zona neurálgica de la producción agropecuaria.
Según informó la Secretaría de Agricultura, las tareas incluyen 33,4 kilómetros de dragado entre la Ruta Nacional 205 y la localidad de Ernestina, en el partido de 25 de Mayo. Se trata de una etapa parcial de un proyecto que, en total, abarca 760 kilómetros y promete beneficiar a 59 municipios, 1,45 millones de habitantes y millones de hectáreas productivas.
“El inicio de la obra es una buena noticia, aunque sabemos que llevará un año”, señaló Andrea Sarnari, presidenta de la Federación Agraria Argentina, que recordó las gestiones de años para que este proyecto avance. En la misma línea, Nicolás Pino, de la Sociedad Rural Argentina, celebró el anuncio y destacó que el dragado permitirá recuperar 5 millones de hectáreas cultivables.
El encuentro también incluyó otros temas sensibles: el futuro de las retenciones y la reorganización del INTA. Pero la novedad del día fue que, al menos en los papeles, el Gobierno dio un paso concreto en una obra que el agro reclama desde hace décadas.
