

El boxeador bragadense Nicolás “El Demonio” Muguruza volverá al ring el próximo 5 de diciembre en el Casino de Buenos Aires, en una velada que promete tensión y expectativa. Aún no se ha dado a conocer su rival, lo que aporta un aire de misterio al combate. Este regreso llega tras una reciente derrota internacional que dejó su récord marcado, pero también reafirma su posición como promesa del boxeo argentino.
El demonio (Nicolás Agustín Muguruza) nació en Bragado, Buenos Aires, y ha boxeado como profesional desde 2019. Su récord profesional es de 11 victorias, 1 derrota, y cuenta con 6 nocauts. Además, es el campeón latino del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
En agosto de 2025, Muguruza viajó a Inglaterra para enfrentar al británico Jack Turner, en un combate válido por un título internacional. En esa pelea cayó por nocaut técnico en el sexto asalto, después de sufrir dos caídas. A pesar del resultado, su desempeño fue valorado positivamente por haber sido competitivo frente a un rival de alto calibre.
A su regreso a Bragado fue recibido con una caravana y muestras de reconocimiento por parte de la comunidad, subrayando que su figura trasciende el resultado puntual.
Expectativas para el 5 de diciembre
La confirmación de su próxima pelea en el Casino de Buenos Aires marca un hito: volver al circuito local con nueva energía tras su derrota. Ya desde ahora la atención se centra en quién será su rival, y bajo qué condiciones se desarrollará ese enfrentamiento.
El escenario del Casino aporta glamour y peso promocional: es un espacio con tradición para grandes eventos de boxeo, lo que prepara el terreno para un duelo que podría marcar un punto de inflexión en la carrera de Muguruza.
Su equipo, sus promotores —vinculados a la estructura de Chino Maidana Promotions — y su propia trayectoria juegan en favor de generar expectativa. Si logra redimirse con una victoria contundente, podría no solo recuperar confianza sino escalar nuevamente en rankings internacionales.
Por otro lado, la derrota ante Turner será inevitablemente un tema clave: ¿será este combate una revancha simbólica o una demostración de que “El Demonio” sigue de pie? La presión está ahí, y Muguruza sabe que no solo pelea contra un rival, sino contra la posibilidad de afirmar su lugar entre los mejores.
