

La noticia de un cuadro de salud adverso encendió la preocupación en el ámbito político . Julio Bonanno, dirigente peronista, pensador y conductor de la Agrupación Octubre, atravesó semanas difíciles: cuatro internaciones, varias intervenciones quirúrgicas y dolores tan intensos que solo pudieron ser calmados con morfina. Hoy, la historia tiene un desenlace esperanzador: Bonanno ya está en su casa, en proceso de recuperación.
Fumador empedernido, viajero sin fronteras y conversador apasionado, Bonanno es un rostro habitual en la ciudad, tanto como en tantos otros lugares donde la política y la militancia lo convocaron a lo largo de su vida. Conocido por ser un impulsor de consensos, crítico objetivo y al mismo tiempo autocrítico, siempre apostó por la construcción de políticas públicas que sirvan al bien común.
Su salud se vio resentida por viejas lesiones en la columna, agravadas por las secuelas de una vida intensa: golpes, balas y cicatrices que hoy son parte de su historia personal. Actualmente camina con andador, aunque, como señalan sus allegados, “ya lo va a dejar”.
En estas semanas, militantes y amigos de la Agrupación Octubre siguieron de cerca su evolución. Hoy celebran con alegría su regreso a casa, y lo expresaron con un mensaje público: “Festejamos tu recuperación, Julio. Sos un ejemplo de lucha y de vida. Te necesitamos fuerte y presente, como siempre”.
La recuperación de Bonanno no solo es motivo de alivio personal y familiar, sino también un símbolo para quienes lo acompañan en la militancia. Un recordatorio de que la política, cuando es vivida con entrega y pasión, también deja huellas en el cuerpo y en el alma.
