

Durante los primeros meses del año, la concejal radical Lilian Labaqui presentó un proyecto en el Concejo Deliberante solicitando al gobierno provincial y nacional la ejecución de obras hídricas claves sobre el Río Salado. Puntualmente, el pedido hacía foco en la canalización de un tramo de 30 kilómetros, de aproximadamente 200 metros de ancho y con una profundidad de cuatro metros, comprendido entre Ernestina y Elvira.
En aquel momento, la iniciativa no obtuvo tratamiento legislativo, a pesar de que distintos actores aseguraban que los fondos nacionales ya estaban previstos en un fideicomiso. Desde la Provincia, en cambio, nunca se emitieron precisiones respecto al financiamiento ni a la planificación de la obra.
La falta de avances vuelve a cobrar relevancia ante la persistencia de lluvias que agravan el panorama en la región. En las últimas semanas se han registrado caídas de puentes y serias complicaciones en la movilidad de la producción agropecuaria. En algunos casos, los tamberos se han visto obligados a descartar la leche al no poder trasladarla, lo que implica pérdidas económicas directas.
Mientras tanto, los intentos de retomar la discusión en la Legislatura provincial no han tenido respuesta, y la incertidumbre crece entre productores y comunidades rurales que dependen de soluciones urgentes para mitigar el impacto de las inundaciones.
