
La pasión por el atletismo corre en la sangre de Jesica Barzola. A los 39 años, mamá de tres hijos y entrenadora desde hace casi una década, encontró en las pistas no solo un espacio deportivo, sino también una forma de vida que combina esfuerzo, disciplina y amor familiar. Desde pequeña estuvo vinculada al deporte, pero fue recién hace cinco años cuando volvió a calzarse las zapatillas para competir con la misma fuerza con la que transmitía su experiencia a los más chicos en la Escuela de Atletismo. Hoy, entre entrenamientos diarios, competencias regionales y la crianza de Maia, Aarón y Amelí, se abre camino en un ámbito que suele estar marcado por la falta de recursos, pero también por la tenacidad de quienes lo viven como una verdadera vocación.
—Jesica, ¿cómo empezó tu vínculo con el atletismo?
—En mi familia siempre fuimos deportistas desde chicos. Yo corría, pero dejé a los 15 años. Recién hace cinco años retomé. Fue como volver a un lugar al que siempre pertenecí. Corro porque siento que nacimos con este deporte, es parte de mi vida. Lo necesito para estar bien, tanto físicamente como en lo personal.
—Entrenás casi todos los días, ¿cómo es tu rutina?
—Entreno de lunes a lunes. A veces descanso una vez por semana, y otras veces hago un parate cada quince días. Depende del momento. Pero siempre estoy activa, es algo que me sale natural.
—Incluso en tu último embarazo seguiste corriendo…
—Sí, entrené todo el embarazo de Amelí. Fue una experiencia hermosa, cuidándome mucho, por supuesto. Incluso corrí una carrera cuando tenía dos meses en la panza… ¡y la ganamos! Después, al poco tiempo de volver, corrí la media maratón de Chivilcoy. Esa carrera fue muy especial porque mi mamá había debutado en los 21 kilómetros en la segunda edición de esa misma maratón, y había ganado la general. Años después, me tocó lo mismo a mí. Fue algo único, como seguir su huella.
—Hoy también competís en duatlones y carreras en la zona.
—Sí, estoy participando en el duatlón con Eliana Villabalba. Desde que arrancamos, nos llevamos la general en cada fecha. Se armó una amistad muy linda con el grupo. Además corrí en Los Toldos, en una prueba de 8 km, y también me quedé con la general.
—¿Qué objetivos te trazás a esta altura de tu carrera?
—Quiero seguir mejorando, poder federarme y correr algún campeonato máster para representar a Bragado de la mejor manera. A mi edad los sueños ya son otros, pero me ilusiona poder seguir teniendo condiciones un par de años más.
—¿Tenés una dieta especial para sostener este ritmo?
—No, dieta no. Como de todo. Trato de alimentarme sano, pero sin cosas estrictas ni prohibiciones. Solo me cuido más si tengo una competencia importante, como un 21k. Después, vida normal.
—¿Qué es lo más difícil de ser atleta amateur en Argentina?
—El dinero. Las carreras están muy caras. Para estar al nivel del resto necesitás un buen calzado, y las zapatillas duran poco. A eso sumale viajes, inscripciones… es complicado, sobre todo para una familia. En atletismo hay muy poco apoyo. Algunas compañeras tienen sponsors que las ayudan, y me parece genial, pero en mi caso no tengo.
—¿Querés aprovechar para hacer algún agradecimiento?
—Sí, a ustedes por este espacio, y sobre todo a mi familia, que me apoya todos los días. También a la institución Nuevo Horizonte, que me acompaña en este camino.
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