

Derecho a réplica ante los dichos de la Sra. Daniela Monzón
En relación a las declaraciones vertidas por la Sra. Daniela Monzón en el programa radial de FM Bragado 95.5, conducido por nuestro estimado colega Raúl Firma Paz Sánchez, donde afirmó que “El Censor es un diario mercenario”, consideramos necesario responder de forma clara y documentada.
1. Sobre el uso y significado de la palabra “mercenario”
La Sra. Monzón utiliza el término con una connotación despectiva, desconociendo su etimología y su uso histórico.
La palabra proviene del latín mercenarius, derivada de merx (mercancía) y el sufijo -ario (relación o pertenencia). En su origen, se aplicaba para describir a quien realizaba una labor a cambio de una retribución, sin importar el país, el origen o la ideología. Incluso, en tiempos antiguos, se utilizó para referirse a comerciantes y trabajadores que prestaban servicios fuera de su comunidad de origen. Tenemos que remontarnos al antiguo Egipto. Moshé (como llama Javier Milei a su hermana) quién toma una convicción por la descendencia de Jacob (llamado Israel), del cual su padre Leví él es descendiente, para la liberación de dicha raza (en ese momento identificados solo por linaje), previo a eso servía a un pueblo ajeno al propio, Egipto, del cual se valió de su dinero y riquezas. Posterior al exilió realizó un trabajo en las tierras de Madián, y se valió también del dinero y riquezas de aquel lugar. Tierra donde en el monte Sinaí, tuvo la visión sobre la libertad de Israel, viendo a Dios envuelto en fuego en una zarza que no se consumía.
En otras palabras: no era, originalmente, un insulto. Y si la lógica de la Sra. Monzón se aplicara de forma consistente, debería reconocerse como “mercenaria” ella misma, pues en su actividad privada comercializa productos de la industria farmacéutica de empresas extranjeras, y en política ha transitado por distintos espacios y colores partidarios según conveniencia. Una de las características de los mercenarios, es que desconocen principios como la lealtad, porque su praxis se sujeta a un interés individual, principalmente donde prima el beneficio y no la convicción. En el mercado, usted puede querer mucho a una persona, pero si esa persona le vende algo que tiene un costo elevado, el cuál usted luego no va a poder revenderle a sus clientes, porque la ley que la rige es “de la oferta y demanda”, va a elegir seguir queriendo a la persona seguramente, pero sin comprarle aquello que le vende a costo elevado.
2. Sobre la coherencia editorial de El Censor
Desde el inicio de la actual dirección, El Censor ha priorizado la línea editorial por sobre cualquier interés comercial. Ejemplo de ello es que, cuando el Municipio intentó condicionar nuestro contenido a cambio de pauta oficial, nos negamos y continuamos publicando investigaciones sobre el manejo de fondos públicos. Esa decisión derivó en el retiro de la pauta, pero no en la renuncia a nuestros principios.
A diferencia de lo que sugiere la Sra. Monzón, la independencia y la coherencia han sido la norma en este medio. En cambio, en el último año, ha sido ella quien modificó varias veces su postura política, pasando de ser una “oposición responsable” que aprobaba aumentos de tasas —afectando directamente al bolsillo de los vecinos— a adoptar, tiempo después, denuncias y críticas que originalmente despreciaba y atribuía a supuestas “mentiras” de nuestro diario.
3. Sobre su promoción de temas expuestos por El Censor en el año 2024
Varias de las denuncias e investigaciones que hoy la Sra. Monzón promueve como propias fueron publicadas por El Censor a mediados de 2024. Entonces, ella las rechazaba y minimizaba; ahora las enarbola como bandera. Esta contradicción habla más de su oportunismo que de la veracidad de nuestro trabajo, que ha quedado respaldada por los hechos.
4. Sobre su rol institucional y su manejo de causas judiciales
La Sra. Monzón minimizó públicamente una causa en la que figura implicada, vinculada a la denuncia de Sabrina Gulino sobre el presunto robo de una banca. Dicha causa se encuentra en la Fiscalía de Delitos complejos, no “en un tacho de basura”, como afirmó. Esto revela desconocimiento o desprecio por el debido proceso y por las responsabilidades propias de su función como concejal. Le aconsejamos preocuparse por estudiar un poco más, incluso el significado de las palabras. Es revisar el diccionario. Además de enfocarse en función con mayor seriedad y atención. Podría usted aprender a como se realizan suplencias en el concejo, que es su rol, y en todo caso luego podría dedicarse a cosas que usted no ejerce, que usted no sabe.
5. Sobre el sostenimiento de un medio histórico
El Censor cuenta con 116 años de historia. Sus trabajadores sostienen la tradición y la labor periodística con el esfuerzo diario, incluso frente a adversidades como la rotura de la maquinaria histórica, estafas en la compra de equipos y problemas de salud de compañeros. Pese a la pérdida de ingresos por la pauta oficial —fondos que son públicos, no propiedad de ningún político—, hemos mantenido nuestro compromiso de informar con veracidad a la comunidad. Y fue gracias al sector privado, los suscriptores y amigos de otras ciudades que con su dinero sostienen este medio. ES DECIR: CON LA NUESTRA SEÑORA MONZÓN.
6. Reflexión final
Cuando la Sra. Monzón nos llama “mercenarios” quizás proyecta la expectativa de que cedamos a los intereses del poder, como muchos otros. Nuestra respuesta es clara: preferimos perder recursos antes que perder la coherencia.
En política y en la vida, cuando uno alcanza un objetivo, lo prudente es dejar de atacar y reflexionar sobre el propio camino. Ese consejo se lo dejamos a usted, Sra. Monzón.
Cuestionamos al gobierno, la cuestionamos a usted, cuestionamos a los radicales, a los peronistas, y a todos los políticos que tienen algún rol y son incoherentes.
Le repetimos CON LA NUESTRA, CON LA DEL SECTOR PRIVADO DANIELA MONZÓN.
