
Por la redacción de El Censor

Alberti. En la ciudad resurge un interrogante que incomoda a más de uno: ¿cómo fue que el Registro Automotor local terminó en manos de la familia Recalde-Castria, sin concursos ni méritos visibles, y con un trasfondo de presuntos favores políticos y beneficios económicos?
Distintas fuentes consultadas por este medio, entre ellas exfuncionarios, allegados a la administración pública y vecinos que siguen de cerca el devenir político local, coinciden en un mismo relato: el poder de ciertos vínculos y la falta de controles permitieron que la casta se consolidara en Alberti.
El nacimiento del Registro Automotor en Alberti
El 11 de abril de 2011 se inauguraron el Registro Seccional de la Propiedad del Automotor de Alberti (código 01292) y el Registro Seccional con competencia exclusiva en motovehículos (código 25159). Hasta ese momento, ambos trámites se realizaban en Bragado. La creación de la dependencia fue presentada como un beneficio para los vecinos.
Sin embargo, lo llamativo, recuerdan testigos de la época, fue que la titularidad recayó en Laura Castria, cónyuge de Miguel Recalde. Este último, descripto por allegados como un “oscuro operador de la no política”, ostentaba por entonces el cargo de Jefe de Gabinete en el Ministerio de Agricultura, bajo la gestión de Julián Domínguez.
“Recalde usaba el teléfono y el peso de Domínguez para conseguir favores personales”, sostiene un excolaborador de aquella gestión, que pidió reserva de identidad.
De Agricultura al Congreso y el Banco Provincia
Tras su paso por el ministerio, Recalde siguió acompañando a Domínguez en la Cámara de Diputados de la Nación. Durante ese tiempo, según señalan empleados del Banco Provincia, continuó recibiendo ascensos en su cargo de base dentro de la entidad, sin presentarse a trabajar durante largos períodos.
La suerte comenzó a torcerse en 2015, con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia. “Con el cambio de gobierno se le apagaron los teléfonos. Para sostener el Registro Automotor había que rendir un examen como todos, y allí quedó en evidencia su falta de preparación y experiencia”, comenta un abogado vinculado a la Dirección Nacional de los Registros Automotores.
El resultado: la familia perdió la titularidad del registro.
El salto patrimonial y las dudas vecinales
Lo que más llama la atención a vecinos y profesionales de Alberti es el repentino cambio patrimonial. “Pasaron de tener un terrenito pelado en calle Pueyrredón a poseer una mansión a la vista de todos, y una casona antigua frente a la plaza principal”, relata un comerciante del centro.
La pregunta que se repite en charlas de café es la misma: ¿de dónde salieron los fondos para semejante adquisición?
El caso INTA y el dispositivo Turín
Una de las versiones más insistentes apunta al INTA y a un veterinario de Pergamino, Enrique Turín, creador de un dispositivo intrauterino bovino (DIUB), una suerte de anticonceptivo para vacas.
Fuentes ligadas al organismo afirman que, con la mediación de Recalde, el invento de Turín ingresó al circuito de compras oficiales del INTA. “Se compraron lotes importantes para distintas provincias. Luego de cada pago registrado, había viajes frecuentes desde Pergamino hasta Alberti”, cuenta un exempleado administrativo.
Los traslados, según se indica, partían de calle Escudero 915 en Pergamino, a metros de la ruta 188. Allí, allegados a Recalde habrían retirado “regalías” de una supuesta inversión.
“Algunos dicen que fue con el DIUB Turín, otros que con la Ley del Tabaco. Lo cierto es que en esos años se mezclaron negocios, fechas y favores”, sintetiza un exfuncionario provincial.
¿Silencio, desconocimiento o complicidad?
El entramado, a la vista de muchos, genera interrogantes. “Cualquiera que conozca mínimamente cómo funciona la administración pública se da cuenta que hubo cosas raras”, señala un exasesor municipal.
Las preguntas flotan en el aire:
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¿Callan o son cómplices?
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¿Algún juez o abogado de la Municipalidad conocía estos hechos y eligió protegerlos?
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¿Hubo funcionarios o allegados que recibieron bienes o contratos de similares procedencias?
Incluso se menciona a la Asociación Civil C.P. y P.P.A. como beneficiaria de recursos de origen poco claro, con obras dirigidas por profesionales ligados al círculo cercano de los protagonistas.
El espejo de la casta
A catorce años de la creación del Registro Automotor en Alberti, lo que comenzó como un servicio al vecino hoy aparece teñido de sospechas. Entre silencios, favores y propiedades adquiridas como por arte de magia, los hechos narrados por testigos y fuentes consultadas dibujan un mismo patrón: el de una casta local que supo servirse del Estado para beneficio propio.
La Justicia y la política, mientras tanto, permanecen bajo la lupa de una sociedad que reclama respuestas.
