

Escuchamos a Paola Alsina ( canal de televisión local) hablar de “compromiso social” y “políticas de Estado” ,como quien repite un mantra aprendido en la escuelita partidaria del siglo pasado, y eso que Sebastián Pareja la puso a cargo de la escuelita Liberal ( como estarán aprendiendo los muchachos) . Con tono solemne, declara que hay que “sacar de la municipalidad un espacio que le dé carácter productivo a Bragado”, como si la mera intención bastara para transformar un municipio atado de pies y manos por regulaciones, tasas distorsivas y una burocracia que, en nombre de ese mismo “compromiso social”, asfixia cualquier atisbo de productividad real.
Desde la vereda liberal, se sabe que hablar de “políticas de Estado” suena muy lindo en la tribuna, pero en la práctica suele traducirse en más estructura, más cargos, más “coordinadores de” y “directores de” que viven de un presupuesto que, recordemos, no baja del cielo: sale del bolsillo de los vecinos que sí producen, arriesgan e invierten sin red ni aplausos.
¿Desarrollo social? Sí, pero el verdadero: el que nace cuando el municipio deja de ser un estorbo, deja de cobrar tasas absurdas a comerciantes, frena ordenanzas delirantes y permite que quien tenga una idea, un taller o un comercio pueda crecer sin tener que mendigar subsidios ni contactos. Todo eso que desde el espacio aprobaron en el deliberante atraves de Monzón y Diaz en el deliberante.
Cuando Alsina habla de “compromiso con el Estado”, confirma el liberalismo denuncia hace años: esa fascinación por el aparato estatal que termina desplazando al ciudadano de carne y hueso. Porque detrás de la frase “gestor de nuevas ideas” suele esconderse la idea de un municipio que decide qué proyecto es “bueno”, qué emprendimiento “merece apoyo” y qué idea queda afuera, todo bajo la excusa del “bien común”.
Lo más curioso —y preocupante— es cómo reduce el concepto de cambio a seguir reforzando el mismo esquema: más campañas, más ordenanzas, más “políticas públicas” que suenan a slogan. ¿Realmente alguien cree que Bragado va a despegar porque se hagan “campañas de prevención de salud” o “campañas de reciclado”? No se trata de despreciar esas iniciativas, sino de entender que no resuelven el problema de fondo: un municipio caro, lento, que castiga al que emprende y recompensa al que sabe acomodarse en el presupuesto público. No tiene nada que ver con liberalismo.
Decir que la experiencia política “excede cualquier ideología” es, además, una forma elegante de disfrazar la falta de ideas claras. Porque la ideología importa: importa si creés que el rol del Estado es planificarle la vida a todos o si pensás que el municipio tiene que garantizar calles limpias, seguridad y reglas claras, y después correrse para que la gente pueda hacer lo que mejor sabe: trabajar, producir, innovar.
Jamás el liberalismo diría que Bragado necesita un municipio “productivo”. Sostendrían como dice el presidente Milei, que necesita un municipio más chico, más ágil, menos voraz. Necesita menos discurso sobre “compromiso social” y más compromiso real con el vecino que se rompe el lomo pagando impuestos. Necesita menos relato peronista y más respeto por la libertad de cada uno para elegir su destino sin pedir permiso.
La diferencia es clara: o seguimos apostando al Estado como salvador, o nos animamos a confiar en el único motor que genera riqueza y progreso: el ciudadano libre. Una lástima que el espacio renuncie a su ideología ( SE ESTE DE ACUERDO O NO) y en cambio proponga un nuevo discurso peronista.
El discurso peronista de Alsina:
https://www.youtube.com/watch?v=WVby1KARqpA&t=333s

Es que no está preparada para ser liberal, ella siempre fue peronista y creo que ambas ideologías son antípodas, es como ser de Boca y al otro día pasarse a River, como lo hizo Milei, no creo que te salga naturalmente, además está mujer ya fue concejal dos veces y por medio de Barenghi, debe saber que desde ese lugar no puede cambiar la política de estado local, que deje de sanatear, nos quier tomer por boludos y no le da ni para eso. Que vuelva a alborotar el concejo, no da para más