
A Siete mujeres les fue negada la entrada en las oficinas de Av. Suárez 114 y en Av. Villarino 99 donde cumplían con sus servicios, el día 19 de mayo.
Fueron despedidas por “fuerza mayor” el pasado 5 de junio.
El Dr. Emmanuel Langone dialogó con el medio local «La razón» y disparó entre otros interrogantes: “¿Acaso el final de un contrato de tercerización es una fuerza de la naturaleza incontrolable que justifica dejar en la calle a familias enteras?”
Langone es el representante legal de cinco de ellas, “la excusa, en este contexto, no sólo es débil, sino hiriente”. “Las trabajadoras con la jornada de trabajo prefijada, se presentaron en la oficina de ANSES y la puerta, que tantas veces se abrió para comenzar su jornada, les fue cerrada”.
“Los contratos de servicios tercerizados, proveedora de servicios de limpieza para bancos o instituciones públicas, se ha tornado una forma rentable de
contratación”, alertó, “les informaron con una frialdad que congela el alma, que la empresa ya no presta servicios, sin mediar el interés por ellas y los años de
trabajo y esfuerzo dedicado a ese espacio, tan sólo un papel firmado por funcionarios de ANSES, es la única evidencia de una decisión que desgarra su
estabilidad”.
Especificó al medio local , que fueron enviados los correspondientes telegramas al organismo nacional en su regional local, atento a una respuesta por
parte de las autoridades, “en búsqueda de un mínimo gesto, aclaración o respuesta”, ilustró, “lo que se obtuvo fue un silencio atronador e indiferente, por lo
que se cursó un segundo telegrama, también sin respuestas”. “¿Es que la voz de los que limpian no tiene eco en los pasillos del poder?”,
remarcó, “la empresa sigue la misma línea de ausencia, mudos”, agregó.
“Finalmente, el 5 de junio, reciben una carta documento para fulminar cualquier esperanza, aduciendo un despido por «fuerza mayor». ¿Fuerza mayor?”,
“La situación del personal no es un caso aislado, sino que es un espejo de un sistema que, bajo el manto de la eficiencia y la reducción de costos, a menudo
sacrifica la seguridad y la estabilidad de los eslabones más vulnerables de la cadena productiva. Es hora de que todas las instituciones que operan bajo este
esquema, asuman su rol de garantes de derechos, no sólo para sus beneficiarios, sino también para aquellos que, con su esfuerzo diario, hacen posible su
funcionamiento”, enfatizó y recriminó al Estado por eludir su responsabilidad social, “a través de sus entes autárquicos y amparándose en sus resquicios
contractuales”.
“¿Hasta cuándo la tercerización será un salvoconducto para vulnerar derechos laborales y diluir la relación directa con el trabajador?”, concluyó, “porque
detrás de cada oficina limpia, hay una historia de vida. Y esa historia, hoy, nos duele a todos”.