

Hay fechas que no se olvidan. Y el 128° aniversario de Norberto de la Riestra ya quedó marcado con tinta indeleble en la historia local. Porque entre abrazos, discursos y mate compartido, llegó la noticia que tantos años se esperó, tantas veces se prometió y otras tantas se pospuso: Riestra tendrá su primer Parque Industrial. Así lo confirmó su intendente Ramiro Egüen
El anuncio no fue uno más. Fue una declaración de futuro. Un antes y un después para un rincón del distrito que durante décadas miró cómo el progreso pasaba por la Ruta 5 y no por la 40. Esta vez fue diferente: en pleno cumpleaños del pueblo, el intendente confirmó la firma de un convenio con Gerardo Clavín, propietario de un campo lindero a la vieja feria. Ahí mismo —en esas 27 hectáreas— se desplegará el nuevo sueño productivo de la zona: 75 parcelas mixtas, pensadas para generar empleo, inversión y nuevas oportunidades.
El anuncio se hizo con emoción, sí, pero también con una carga histórica que no pasa desapercibida: el norte del distrito ha sido sistemáticamente olvidado por gestiones anteriores. Este paso —simbólico y concreto— viene a romper con esa lógica.
“Vamos a dar el salto que durante tanto tiempo se esperó”, dijo el intendente. Y no exageró. Porque no se trata solo de construir galpones, calles internas o redes eléctricas. Se trata de poner en valor a una comunidad que siempre supo lo que tenía, pero que pocas veces fue escuchada.
El parque industrial no es solo un proyecto productivo. Es una forma de decirle a cada riestrense: sí, te miramos, y ahora también te impulsamos. Industrialización, valor agregado, crecimiento regional. Y sobre todo, una nueva identidad: la de un pueblo que ya no solo se define por lo que fue, sino por lo que está empezando a construir.
En un contexto nacional cargado de incertidumbres, Riestra eligió hacer futuro. Y lo hace desde el territorio, con decisión política y con la esperanza intacta de su gente.
