

En los pasillos políticos de la provincia de Buenos Aires, hace meses que corre y se discute: La Libertad Avanza, el espacio que irrumpió como fenómeno electoral en 2023, enfrenta denuncias por falsificación de afiliaciones en múltiples distritos. Lo que hasta ahora parecía una serie de irregularidades dispersas, ahora empieza a tomar cuerpo, con documentos concretos y testimonios que huelen a causa penal. Y en Bragado, ese expediente silencioso acaba de abrir una de sus páginas más incómodas.
Desde este medio hemos denunciado múltiples maniobras, y logramos comprobar la complicidad de algunos actores con el oficialismo Kirchnerista, y en último tiempo, más allá de los rumores, pudimos dar con fuentes claves , para visualizar lo que podría convertirse en la prueba mayor de la vieja política dentro del espacio que «se vende» como lo nuevo. En el distrito local no solo hubo dificultad para reunir afiliaciones legítimas —«les costó mucho conseguir apenas unas pocas», afirma una fuente interna—, sino que se habría optado por una maniobra que vulnera no solo normas electorales, sino también la ética más elemental. “Le devuelvo todo a Daniela —cuenta un testimonio clave—, y le dije: el negro me cagó, le hice el favor y no me quiso firmar los papeles. Y ella me respondió: no importa, lo afiliamos igual”.
Ese “igual” retumba que retumba, no me pueden negar eso, nunca, nadie. Obviamente en nuestro sistema legal válido sería inadmisible —afiliar sin consentimiento—, pero en la práctica parece que fue naturalizado por un sector del armado libertario bragadense. Según afirmó nuestra fuente, la denuncia ya fue formalizada a la denuncia correspondiente y está en conocimiento de la Justicia, enviado a fiscalía y la junta electoral. Lo que era un comentario de pasillo, ahora es parte de un proceso en marcha. La maniobra no fue un hecho aislado: según pudo saber este medio, los reiterados conflictos internos que fracturaron al espacio de La Libertad Avanza en Bragado estarían directamente relacionados con estos manejos. Múltiples personas se alejaron denunciando informalmente diferentes manipulaciones en la información, complicidades con el gobierno actual, etc. Una salvedad que podría suceder, en algún caso particular, es que figuren afiliados a otros partidos.
En paralelo, el partido atraviesa una crisis de identidad: la legitimidad del partido a nivel local, se convierte en una ficha más del rompecabezas judicial que se arma a nivel provincial. En política, como en la Justicia, no siempre gana el más rápido, sino el que logra sostener una verdad con pruebas ( El Censor lo dice desde el principio) . Y en Bragado, esa verdad parece estar saliendo a la luz, empujada por quienes se cansaron de callar, y que no se quieren quedar pegados con cosas que no corresponden.
