
“No alcanza con leerlo. Hay que masticarlo con bronca.”
Contexto: Desde el gobierno local, y las fuerzas de seguridad, expusieron a un vecino de Bragado, como si fuera un delincuente, siendo que según declara el denunciado: Tenía todo en regla.
Fernando Neri, escribió en su muro de facebook, leí ese texto y no pude seguir como si nada. Porque duele. Porque lo que dice es cierto, y porque lo gritó alguien que evidentemente ya no se banca más el silencio.
A veces parece que vivimos anestesiados. Que miramos a los pibes perderse, literalmente, y hacemos como si fuera normal. Que un chico de 15 esté jugado con las pastillas, o que una madre se desgaste en tribunales mendigando una internación, se volvió parte del paisaje. Y mientras tanto, la política entretiene con pirotecnia. Aplauden el decomiso de tres plantas de marihuana como si hubieran desmantelado el cartel de Sinaloa.
Y no, no es una apología de la droga. Es una denuncia del circo.
No hay nada heroico en hacer foco en lo inofensivo mientras se esquiva lo estructural. Lo urgente. Lo real.
Las familias están solas. No hay Estado. No hay prevención. No hay atención. Ni una red mínima que contenga. Hay vergüenza de pedir ayuda, hay burocracia para negarla, y hay un discurso oficial que parece redactado desde otro planeta.
¿Y nosotros?
¿Hasta cuándo vamos a mirar para otro lado?
Ese texto no necesita correcciones. Necesita eco. Que lo compartamos. Que lo repitamos hasta que les duela.
Porque hay algo peor que la falta de respuestas:
La costumbre de no hacer preguntas.
Y claro, festejando acciones inútiles como si fueran gestas heroicas.
El escrito de Neri: