
Una vez más, el Municipio de Bragado ha logrado algo; bueno, un logro es un logro; presentar una rendición de cuentas impecablemente vacía. Como esos estudiantes que entregan el trabajo en fecha, con tapa, índice y bibliografía… pero sin contenido. Así llega el informe 2024: contablemente peinado, pero gerencialmente calvo.
El déficit “no es grave” por ahora … pero tampoco menor, a pesar de que recaudaron 10 mil millones más de lo que tenían pensado : 24 mil millones en total, y diciendo que no habia plata.
El primer número que salta a la vista es un déficit de 72 millones de pesos. Unos $72.450.087, para ser exactos. Un número que, según los expertos, «no representa un desequilibrio estructural». Es decir: estamos en el horno, pero el fuego no está tan alto. Técnicamente, el agujero es apenas el 0,57% de los ingresos, pero moralmente, ¿cuánto cuesta seguir vendiendo humo mientras se gasta más de lo que entra?
Los ingresos suben… están los que hacen el trabajo sucio en el arte de la recaudación. Tenemos que entrevistar a Pichinenda y que de explicaciones.
¿Recaudación en alza? Sí, claro. Pero no por eficiencia, sino porque las tasas acompañan ( gracias a Daniela Monzón ). El aumento del 120% en las tasas no es mérito de una gestión tributaria audaz,tienen la suerte que a nivel nacional bajó la inflación.
Recaudar así es como festejar que te va bien porque tu vecino se incendia y vos cobrás por el humo que entra por la ventana.
Gasto en personal: bonos, aumentos y manotazos
En lo salarial, la improvisación se volvió política de Estado. Bonos por acá, aumentos por allá, paritarias por ningún lado. El arte de apagar incendios con bidones de nafta disfrazados de gestión. No hubo desbordes, dicen los técnicos, pero sí una preocupante costumbre de decidir con el calendario en la mano y la calculadora rota.
El Fondo Educativo: ¿Qué se hizo? Vaya uno a saber.
El informe dice que se usó para mejoras edilicias. ¿Cuáles? Silencio. ¿Qué impacto tuvo? Niebla. En la era del dato, la rendición de Bragado entrega gastos sin resultados, inversiones sin evaluación, obras sin antes ni después. Cumplir, se cumple. Informar, ya es otro tema. 300 millones para la timba financiera, que no la condenan en la practica propia «los nacionales y populares».
Una rendición para cumplir, no para gobernar
Desde lo legal, todo está en orden: los cuadros están, los numeritos también. Pero no hay programas, ni indicadores, ni análisis de impacto. Es como entregar un auto sin motor: bonito por fuera, inútil por dentro. Una rendición que no rinde cuentas, sino que las esconde tras planillas que nadie lee.
En resumen: la mediocridad administrada
El balance técnico es elocuente:
– Cumplimiento formal: sí
– Resultado presupuestario: negativo
-Transparencia: deficiente
-Eficiencia del gasto: ausente
-Inversión pública: sin brújula
La gestión 2024 no es escandalosa… pero sí preocupante. Es el arte de sobrevivir sin rumbo, «de cumplir la ley» ( tremendamente dudoso) sin honrar el cargo. Un año más en que el Municipio entrega los papeles, pero no el plan. Bragado, una vez más, paga caro la obediencia sin estrategia.