
En la Cuarta Sección Electoral, una nueva corriente política empieza a hacer ruido. Se trata de “Las Fuerzas del Cielo”, una línea interna del liberalismo que, bajo un perfil más ideológico que pragmático, comenzó a desplegar su armado territorial. Aunque la movida recién da sus primeros pasos, ya suma referentes y sedes en ciudades clave, como Mercedes y Junín. La gran incógnita es Bragado, donde algunos indicios comienzan a generar preguntas.El miércoles por la noche, los concejales Mauricio Pollacchi y Silvia Di Leo asistieron al cierre de campaña de Manuel Adorni en la Ciudad de Buenos Aires. No fueron como meros espectadores: se mostraron como parte activa de “Las Fuerzas del Cielo”, junto a Agustín Romo, presidente del bloque libertario en la Legislatura bonaerense; Nahuel Sotelo, actual secretario de Culto y Civilización; y el enigmático y cada vez más visible líder del espacio, el “Gordo Dan”.
Durante ese acto, confirmaron algo más que presencia: Mercedes contará con una sede propia de este espacio liberal emergente, que según Pollacchi “es un grupo de gente muy sana, con ganas de construir algo distinto”. La sede no será solo simbólica. Según detallaron, servirá como punto de partida para actividades de formación, reuniones políticas y acción territorial. Una estructura orgánica, algo poco habitual en los armados liberales tradicionales.
Mientras tanto, en Junín, otra postal dejó en evidencia que algo se está moviendo. En un reciente encuentro del espacio, se hicieron presentes Luciana Gil y Nélida Puchetta, militantes ligadas hasta hace poco a Daniela Monzón, armadora del cuestionado Sebastián Pareja.
También apareció en escena Bernardo Caputo, un joven liberal que acompañó a La Libertad Avanza hasta el quiebre post-electoral que produjo la salida de Gustavo Arabia en 2023, pero que posteriormente fue sumamente crítico hacia el espacio local, desde un punto de vista ideológico . Arabia hoy es el armador del Frente Liberal Bonaerense en la 4ta sección.
La participación de estos nombres no es un detalle menor. Marca una migración política dentro del liberalismo local y expone una fractura que ya es inocultable: la interna entre el armado “mileísta-peronista” de Sebastián Pareja y la línea más doctrinaria que impulsa Santiago Caputo a través de Las Fuerzas del Cielo.
Pero la verdadera pregunta recae sobre Bragado. ¿Se está gestando también un cambio de rumbo? ¿Se está reconfigurando el mapa liberal en la ciudad? La presencia de referentes locales en actos de Junín vinculados al nuevo espacio, sin una definición pública, deja abiertas esas incógnitas.
Por ahora, Monzón se mantiene en silencio, pero su entorno político ya muestra señales de fisura. Y mientras algunos de sus exmilitantes tantean nuevos rumbos, en Bragado no hay confirmaciones, pero sí movimientos que merecen seguimiento.
La expansión de Las Fuerzas del Cielo no es casual. Viene a llenar un vacío que dejaron los cuestionamientos crecientes hacia Sebastián Pareja, el operador que tejió el armado de La Libertad Avanza en la provincia, pero que lo hizo, según muchos dentro del espacio, con lógicas y métodos demasiado cercanos al peronismo tradicional.
Pareja fue denunciado internamente por imponer candidatos sin territorio, repetir viejas prácticas de rosca, y sostener armados con poco sustento ideológico. Su cercanía con viejos cuadros del PJ generó más sospechas que adhesiones. “El olor a peronismo es fuerte”, reconoció en voz baja un referente libertario que prefiere mantener el anonimato.
En ese clima, Las Fuerzas del Cielo surgieron como una respuesta organizativa y simbólica: un espacio más horizontal, centrado en valores de libertad individual, meritocracia y cercanía vecinal, con fuerte presencia de jóvenes libertarios descontentos con la vieja política.
Lo que está en juego no es menor. La interna libertaria define el futuro de un espacio que busca sostener su vigencia más allá del fenómeno Milei. Y el campo de batalla no está solo en los escritorios porteños: se juega, distrito por distrito, militante por militante.
La Cuarta Sección es hoy un laboratorio de esa disputa. Y Bragado, aún en silencio, podría ser uno de los próximos escenarios donde la batalla se haga visible.