
A partir de la inauguración de un local en la calle Rivadavia, con dudosa legitimidad de titularidad y el posterior conflicto con Sabrina Gulino por el robo de su banca, sumado a los cuestionamientos que sufre Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, por los armados con mucho » peronismo» la militancia de La Libertad Avanza en Bragado abandonó en cadena la conducción de Daniela Monzón, y aseguran que lo están tapando a los ojos de los armadores.
Conflicto con Sabrina Gulino
Sin dudas la crisis se agudizó tras el conflicto desatado en el Concejo Deliberante local, donde la concejala suplente Sabrina Gulino denunció en abril de 2025 que las autoridades de LLA, encabezadas por Monzón y el concejal Germán Díaz, le impidieron asumir su banca de manera legítima. Según Gulino, en la sesión del 3 de abril, Monzón pidió una licencia de 48 horas, pero en lugar de convocarla a ella —tercera en la lista de candidatos de 2023—, se designó de forma irregular a Maximiliano Moragas, cuarto en la lista. La situación derivó en la anulación de la sesión y una nueva convocatoria para el 21 de abril, en la que Gulino no asumió, aduciendo problemas de salud certificados por la sala de Mechita, lo que generó críticas de la oposición y un nuevo episodio de tensión. El conflicto con Gulino tuvo consecuencias inmediatas: varios referentes de LLA en Bragado abandonaron el partido, argumentando desmanejos y mal trato por parte de Monzón. Uno de los renunciantes, expresó su frustración en diálogo con este medio: “Si Monzón trata así a una concejal nuestra, ¿qué podemos esperar los demás? Además, no cumple con las Ordenanzas Municipales”. Esta acusación apunta a supuestas irregularidades en la gestión de Monzón como presidenta del bloque libertario, incluyendo la falta de transparencia en la designación de reemplazos y el manejo de sesiones legislativas. La denuncia de Gulino sobre “negociaciones” con el intendente Barenghi refuerza esta narrativa, especialmente en un contexto donde LLA busca consolidar su base en la Cuarta Sección Electoral, una región clave por su peso agropecuario. Las acusaciones contra Monzón por incumplir ordenanzas municipales y marginar a Gulino sugieren una gestión autoritaria que aliena a los propios militantes. Este patrón no es exclusivo de Bragado. La Libertad Avanza en Bragado enfrenta una tormenta perfecta.
El local del espacio, motivo de discordia interna
Según vecinos y fuentes consultadas por El Censor, el inmueble pertenecía a un comerciante local que terminó en un geriátrico de calle Pellegrini al 800 y falleció hace unos meses. La falta de claridad sobre la titularidad del local ha generado interrogantes: ¿fue alquilado, cedido o adquirido? ¿Se respetaron los procedimientos legales para su uso? La apertura del local fue realizada el 28 de marzo de 2025 con la presencia de Cabrera, Monzón, Díaz y la militante Paola Alsina, aseguran distintas fuentes que es la dueña del local. El escándalo en Bragado refleja las tensiones estructurales de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, donde la centralización de decisiones en Karina Milei y Sebastián Pareja choca con los intereses de los referentes locales.
Sebastián Pareja cuestionado por peronizar el espacio
Esto último tiene un precedente cercano en una de las principales secciones electorales, donde Ramón » Nene» Vera, quién fuera candidato por el Frente de Todos, era el coordinador principal, y a la fecha quedó en manos de su hija Andrea Vera.
Además sumemos el último golpe que sufrió Pareja en Junín, en manos de Santiago Caputo y las fuerzas del cielo, por haber puesto en fragmentación a los espacios. Todos indicadores que realmente movilizan fuertemente a los libertarios de Bragado al ver la floja fundamentación liberal del Parejismo, y las maniobras de sociedad con el peronismo.
En los últimos días, los distintos militantes de la Libertad Avanza de a poco se fueron alejando de la conducción local, teniendo cada vez más claro la nula influencia liberal que pueden tener , dado las sociedades evidentes con el peronismo, los diálogos de Monzón con la conducción peronista, ya sea en el ejecutivo con los Barenghi, y en el lesgislativo con Germán Marini.