
Este es el momento más sobresaliente de esta historia de dolor y de amor que nos cuentan los Evangelios:
¡Jesús vence a la muerte!
La misión de Jesús no está completa sin este importante acontecimiento: Jesús vence la muerte y vuelve a vivir. De esta manera confirma a sus seguidores, hombres y mujeres, que Jesús no ha sido derrotado Jesús ha vencido la muerte y seguirá venciendo todas las formas de muerte. Ahora Jesús empieza a preparar a sus discípulos para asumir su misión, que es anunciar y asumir la vida. Por eso, hoy más que nunca, es día de fiesta, de alegría.
Los poderosos apresaron y mandaron matar a Jesús, y los temerosos quedaron temblando. Pero Jesús, el Cristo, resucita también en la vida de la comunidad de fe que se llena de coraje y enfrenta de nuevo a los poderes de la muerte: ¡Jesús continúa vivo! Jesucristo
camina con nosotros por los caminos de la vida.
Él da fuerzas, anima, promueve gestos compartidos, ¡está presente! Vale la pena continuar viviendo como vivió Jesús, actuando según su voluntad en estos días y siempre.
Entendemos que la «Pascua» de Jesús, desde la perspectiva
cristiana, comprende la entrega y muerte de Jesús, su sepultura y su resurrección. Celebramos la «pascua de Resurrección» aunque sabemos que es la fiesta del amor de Dios que se entregó por nosotros para nuestro perdón y reconciliación, y por eso en la
celebración del Culto cristiano damos gracias a Dios por la muerte y la resurrección de Jesús, y anticipamos en la Mesa del Señor la fiesta del mesías que viene de nuevo a nosotros.Vamos a leer en la Biblia y saber el por qué de la Pascua.
El domingo de la Pascua de Jesús pasó hace mucho, mucho tiempo. Algunas mujeres fueron a ver donde Jesús fue «enterrado» (para ver su tumba). Los soldados romanos y los líderes religiosos mataron a Jesús poniéndolo en una cruz pocos días antes del domingo. Las mujeres amigas del querido Maestro ya estaban caminando para poner perfume sobre el cuerpo de Jesús. ¡Créanlo o no, recibieron una sorpresa muy grande! ¡Cuando las mujeres llegaron a la tumba, se asombraron! (Hacer ruido para mostrar
asombro) ¡La tumba estaba abierta y no estaba el cuerpo de Jesús! De repente, el ángel se les aparece y habla con las mujeres. ¡El ángel les dijo que Jesús estaba vivo! Las mujeres estaban tan emocionadas.
Regresaron corriendo para decir a los amigos de Jesús las buenas noticias, que Jesús no estaba muerto. iÉl está vivo! (Hacer movimientos de correr) Las mujeres no tuvieron dudas y contaron a
todos las buenas noticias. ¡Jesús está vivo!
Por eso celebramos la Pascua – ¡porque Jesús está vivo! Debemos decir a nuestros amigos estas buenas noticias como las mujeres lo hicieron esas primeras mujeres amigas y seguidoras de Jesús.Jesús sigue enfrentando los poderes de la muerte: Jesús sigue luchando por la justicia, por los derechos humanos, por la solidaridad entre las personas, por la restauración de la naturaleza y por darle sentido a cada vida.
La resurrección de Jesús es la certeza del poder y el amor de Dios, obrando en nuestras vidas y en toda la vida.
Además Jesús resucitado se le apareció a mucha gente antes de ir al cielo con el Padre y eso es parte de nuestra fe y de nuestra historia.
Jesús murió realmente. Los hechos que ocurrieron después, la afirmación de que Jesús había resucitado, no entraban en el marco de creencias de sus amigos ni de Jesús mismo, que no podían ni imaginar una resurrección individual e inmediata. Una interpretación de estos hechos afirma que Jesús había ya anunciado a sus discípulos que iba a resucitar, pero que ellos no le creyeron (Mateo 16, 21; 17,22-23; 20, 17-19). En los textos de los evangelios
que recogen tres predicciones de su muerte hechas por Jesús, se habla de un plazo de «tres días», después del cual Jesús «resucitará». En arameo «tres días» significa «pronto», «en breve tiempo» porque no existe ninguna palabra equivalente a «varios»,
«algunos». La frase «al tercer día resucitará» que los evangelistas pusieron en boca de Jesús debe leerse así: «en muy poco tiempo llegará el Reino». Jesús consideró siempre que la llegada del Reino, del final de los tiempos, era algo inminente.
Mateo 28,1-10; Marcos 16,1-11; Lucas 24,1-11; Juan 20,1-2 Y 11-18.
Podemos hablar con Dios, podemos volcar cada uno de nuestros pensamientos en comunión con Él .
No necesitas saber cosas. Simplemente cada pensamiento, cada cosa que sientas, podes hablarlas con Él.Podes aprender,no hay nada que te impida hablar con Dios. Justamente esa es la pascua, es el triunfo
en la cruz del calvario por parte de Cristo.
A eso nos referimos en Semana Santa. Que puedas tener paz en tu corazón
Que puedas disfrutar tu familia
Que puedas hablar con Dios.
Feliz pascua.