
En los primeros días de abril de este año, se provocaron lluvias intensas , en la región que se encuentran los ríos Tennessee, Ohio y Misisipi. Algunas zonas recibieron hasta 40 centímetros de agua, lo que provocó inundaciones repentinas, desbordamientos fluviales y niveles récord en múltiples localidades afectadas.
En Frankfort, el río Kentucky creció 14.7 metros, muy cerca de su máximo histórico. Algo considerado con una probabilidad sumamente baja, como un suceso que sucede cada mil años. La infraestructura local se vio desbordada. En Kentucky se inundaron más de 500 caminos. En Tennessee, se ordenaron evacuaciones obligatorias.
Las inundaciones causaron pérdidas humanas y económicas muy graves. Al menos 25 personas fallecieron y las pérdidas económicas oscilan entre 80 y 90 mil millones de dólares. Infraestructura, viviendas y empresas resultaron devastadas. En muchas zonas, el agua no ha bajado lo suficiente y siguen incomunicadas o inhabitables.