
Muchas veces han escuchado , aquellos que peinan ciertas canas, o los que tienen un poco más de interés por la historia, respecto a la doctrina social de la Iglesia. Cuándo uno habla de Perón, es imposible no centrarnos en la puja que hubo entre el Liberalismo y Comunismo en los rincones de aquella historia. Posterior al derrocamiento de Irigoyen, muchos desistieron de las revoluciones, y al hambre por el poder era capaz de adormecer cualquier sentimiento que supera cualquier idea de cambios profundo, más si implicaba sangre de por medio. La máxima de la política, viene a desarrollarse con la idea en el medio. La burocracia se profundiza, como asi mismo se entienden mejor los hombres al negociar, y la paz de la sociedad se realiza siempre y cuando se logre acercar las partes del engranaje en la sociedad de la producción. Que los medios de dicha producción tengan dueños, y que el Estado les garantice paz , como asi mismo las garantías que tiene la religión en esa cuenta, mientras a la vez el obrero tiene medianamente una » buena vida».
Actualmente los liberales de izquierda y los marxistas le dicen «Facho» a los » Nuevos liberales» , y lo que es más llamativo, es que los fascistas modernos le llaman Fachos a los » nuevos liberales». Los nuevos liberales se llevan bien con los conservadores, y no asumen que no se parecen en nada a los clásicos liberales, en su defecto marcan la diferencia diciendo que son Libertarios, que a la vez viene a ser como una matriz anárquica, aunque tampoco, porque algo de Estado debe haber, pero que gaste solo en determinadas cosas. Cuándo pensamos en la posibilidad de un corporativismo moderno , tenemos varios comulgando , incluso los que deberían estar convencidos de que la paz social no se construye sometiendo al trabajador a determinados dogmas.
En los principios teológicos, no lo van a reconocer, pero la interpretación sobre los escritos de Pablo en relación al concepto de cuerpo, son ajustados al tiempo señalado, es decir; hubo 1800 años previos, donde la doctrina no era la que ajustaron a ese momento , y como alternativa a dos modelos que combaten en las armas en ese momento de la historia. Los primeros cristianos prefirieron morir en el foso de los leones que usaba el imperio romano, antes que someterse a cualquier sistema humano.
Lo que dio nacimiento al catolicismo social basado en la llamada doctrina social de la Iglesia, fue el primer intento de antiliberalismo. Lo que claramente se conoce como corporativismo, que vivió su máximo auge en el periodo de entreguerras en que al corporativismo católico se sumó el «corporativismo autoritario», cuyo modelo fue el corporativismo fascista de la Italia de Mussolini y las ideas gremialistas de Émile Durkheim.
El Estado corporativo caracterizado por la «supresión de la libertad sindical, la intervención del Estado en una gran parte de los asuntos económicos y sociales, un régimen autoritario de signo tecnocrático (“social” según su terminología), y todo ello sin afectar a las divisiones sociales existentes.
El corporativismo es pionero de las visiones políticas promotoras del «bien común» predeterminado en rechazo del libre mercado, donde en su momento surgió el conservadurismo, el fascismo, el nacionalismo e integrismo.
En Argentina se consumo con el nombre de » Tercera posición» o corporativismo económico, fue un elemento clave de la ideología nacionalista católica argentina. La dictadura de José Félix Uriburu intentó implantar un estado corporativo mixto, manteniendo una cámara parlamentaria política y otra de representación corporativa, pero el proyecto fracasó rápidamente tras la asunción del presidente Agustín P. Justo. Luego el corporativismo se consume con la llegada de Juan Domingo Perón y su lineamiento con el conjunto de los gremios. Si bien , algunos intentan señalar las diferencias entre los primeros corporativistas y Perón, casi toda la bibliografía del Peronismo, con los dichos del propio Perón como fundamento, siempre dejaron claro que no adherían al Marxismo, ni al liberalismo, si no que su doctrina era la enseñanza social cristiana de la Iglesia, dejando claro su adhesión al sistema corporativo de Estado y los entes privados.
La expresión «justicia social» fue acuñada por el sacerdote jesuita italiano Luigi Taparelli, en el libro Saggio teoretico di dritto naturale, appoggiato sul fatto (“Ensayo teórico del derecho natural apoyado en los hechos”), publicado en 1843, en Livorno, Gran Ducado de Toscana, donde se lee: …»la justicia social debe igualar de hecho a todos los hombres en lo tocante a los derechos de humanidad…». Fue así unos de los pioneros de la Doctrina Social de La Iglesia. Propiamente la expresión “doctrina social” sería usada por primera vez por Pío XI en su encíclica Quadragesimo anno quien cita a León XIII, aunque reconoce que la preocupación por los problemas económicos y sociales es anterior a la Rerum novarum
En 1864 el papa Pío IX en la encíclica Quanta Cura condenó el socialismo y el liberalismo económico, por lo que hizo un primer esbozo de las enseñanzas que León XIII desarrollará: denunciaba conjuntamente, por una parte, la pretensión del socialismo del siglo XIX de sustituir la Providencia Divina por el Estado y, por otra, el carácter materialista del liberalismo económico que excluye el aspecto moral de las relaciones entre capital y trabajo.
En 1891 el papa Leon XIII en la encíclica Rerum novarum dejó patente su apoyo al derecho laboral de «formar uniones o sindicatos», pero también se reafirmaba en su apoyo al derecho de la propiedad privada. Además discutía sobre las relaciones entre el gobierno, las empresas, los trabajadores y la Iglesia, proponiendo una organización socioeconómica que más tarde se llamaría corporativismo.
En 1901 el papa León XIII, con la encíclica Graves de Communi Re rechazó el sindicalismo que implicaba la lucha de clases.
Cuando en 1931 se cumplen 40 años de la publicación de la Rerum novarum, el papa Pío XI publicó la Quadragesimo anno donde, además de repasar la doctrina anterior y aplicarla a la situación del momento, afrontó los nuevos problemas ligados al crecimiento de empresas y grupos cuyo poder pasaba fuera de las fronteras nacionales. Recuerda además la condena del socialismo así como la insuficiencia del liberalismo.
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