
En estos días, el presidente Javier Milei, defendió a su amigo Elon Musk que en un
momento hizo un saludo “muy parecido” al saludo nazi; luego, fue al Foro Económico de
Davos, donde hizo una serie de declaraciones homofóbicas, racistas y muy violentas para
con un sector de la sociedad.
Toda esta serie de declaraciones aberrantes que realizó el presidente bajo la consigna (y
digo consigna por que son frases sueltas, que se siguen de manera ciega y, también
suscribo, de manera acrítica), de que esto es la “batalla cultural” contra la agenda Woke.
Si según el presidente y toda su horda de delirantes seguidores afirman tipo mantra: “el
liberalismo es el respecto irrestricto del proyecto de vida del prójimo”, ¿Por qué viven
estigmatizando a las personas de manera muy descalificatoria? ¿Porqué estigmatizar a
alguien que tiene un deseo de vida que consiste en mostrarse con personas del mismo sexo,
o tener ideologías diferentes a las que están en los estratos de poder en este momento?
Todo esto lo hacen por una simple razón no hay respecto por la elección de vida del
prójimo, lo hacen por que para poder mostrar que esas generalizaciones funcionan como
bombas de humo en este desastre económico que se está viviendo, donde ya se cortó el
reparto de medicamentos oncológicos , donde ya no hay reparto de medicamentos
antirretrovirales, etc.
Este cercenamiento de lo público y de los derechos adquiridos provocó que el sábado
pasado se hiciera una justada antifascista en el anfiteatro del Parque Lezama, en el límite
entre San Telmo y La Boca.
En esa asamblea se decidió que se haga una marcha antifascista, antirracista, en contra de
los dichos del presidente que estigmatizan y que muestran una total desconsideración e
insensibilidad al proyecto de vida del prójimo.
Pero como esto no es nuevo, sino que todas las características fascistas, en estos discursos
de odio son tan viejas como la humanidad misma, y estuve viendo un video del humorista
Enrique Pinti Homofobia y otros prejuicios, donde comienza planteando que siempre va a
haber algún tipo de discriminación por su religión, sexo, etc., pero que una persona no se va
a salvar (salvo una muerte súbita) de ser un jubilado y de penar por la jubilación mínima.
Y entre esas discriminaciones se encuentran con que los homosexuales son las peores
personas de la sociedad, los que degeneran al mundo, y que para muchos padres es mejor
tener hijos delincuentes que homosexuales, que son amorales, que tienen sentimientos
desviados que lo único que hacen es ejercer actitudes pervertidas.
Pero, también dice, que la misma gente que discrimina a los homosexuales, que tienen y/o
una sexualidad anormal, son los empleadores que acosan a sus empleadas y no acceden a
tener relaciones sexuales, estas son despedidas; o, son las mismas personas que pregonan el
eslogan mántrico “Dios, Patria y Familia”, son las mismas personas que engañan a sus
mujeres, y en otros casos, les pegan a sus mujeres.
Estos hechos según el humorista deben ser juzgados por Dios (parafraseando el art. 19 de la
Constitución Nacional), y que a nadie le debe importar lo que cada persona haga con su
cuerpo en la intimidad.
Que hay personas homosexuales donde una se está muriendo por alguna enfermedad, donde
la persona sana se desloma y lo acompaña todo ese tiempo para poder tenerlo vivo y que
puedan compartir la vida juntos.
Este video es un extracto del espectáculo Salsa Criolla que estuvo en cartel desde 1985 a
1995, y que en el 2002 estuvo en cartel por un año.
Parece mentira que este video de 30 años este muy vidente en la actualidad por los dichos
del actual primer mandatario, y por todo el ejército de trolls, que replican ciegamente las
denigraciones constantes y también amplían el espectro de la denigración, de la humillación
y de la descalificación.
Quizás esta sea una de las columnas más personales que escriba, por que mi adolescencia
fue en la década de los 90, década donde todo esto era muy vigente, donde si cualquier
chico que era considerado “normal” era agredido, los padres lo defendían pero si un chico
homosexual era agredido los padres también lo agredían.
A mi me tocó en lo personal, por ser homosexual, por ejercer mi sexualidad con gente del
mismo sexo, y que todos los discursos en ese momento eran que los homosexuales nacieron
para ser infelices, que no teníamos derecho alguno, y que nuestra muerte sería terrible.
Como persona que atravesó todos estos tipos de discursos que lo único que hicieron es que
nos costara relacionarnos, que cada vez que tuviéramos relaciones sexuales lo hiciéramos
con culpa de vivir una vida anormal, que sintiéramos que defraudábamos a nuestros padres
y que éramos moralmente diferentes.
Vivir en estas condiciones era insoportable para cualquiera de los chicos, que sentían la
vida desde otra perspectiva, que queríamos vivir de manera diferente, que la integración era
una utopía de muy poca gente que luchaba por sentirse parte de una sociedad.
Hoy en día estos discursos completamente disgregantes en la sociedad, completamente
estigmatizantes a las personas que vivimos una relación homosexual, completamente
rupturistas con lo que se puede mostrar una convivencia en la sociedad.
Estos discursos solo propugnan mostrar que el odio acérrimo en una sociedad, es un odio
que convive en los trolls, cuando por ejemplo, nos tildan de retrasados mentales, nos tildan
de enfermos, y cuando una elección es catalogada de peligrosa.
Una muy buena nota que se le hizo al historiador Felipe Pigna muestra que esto es un
revival del sebtir que hubo en la última dictadura cívico – militar, debido a que cuando lo
que se suponía distinto al sentir (supuestamente) nacional era silenciado.
Un sobreviviente al Holocausto, Primo Levi, dijo que la violencia en la Alemania nazi no
comenzó con la muerte sino con la división entre ellos y nosotros, donde nosotros somos
los representantes del verdadero ser nacional y ellos son los que con diversas oposiciones a
ese ser nacional, lo corrompen.
Por esto es que el próximo sábado voy a ir a la marcha para poder mostrarme como lo que
soy, una persona homosexual que ama a su marido y que es muy feliz de esta manera, que
no soy un enfermo, sino que solo siento distinto.
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