
Theodor Adorno, tiene un escrito que lo llama Dialéctica negativa, que en el capítulo III Meditaciones sobre la metafísica, tiene un apartado el cual denominó Después de
Auschwitz, y plantea una serie de preguntas muy importantes mientras veía el avance de grupos de extrema derecha desde los márgenes de Alemania.
Estas preguntas son ¿Cómo vivir en este mundo contemporáneo tan raramente conformado desde el ámbito de la política? ¿Cuál es la posibilidad de la cultura después de este fenómeno sintomático llamado Auschwitz?, a rasgos generales se hace la pregunta por la condición de existencia después de Auschwitz.
Adorno, plantea Auschwitz como un concepto desde el cual se puede plantear la
cosmovisión de la cultura, después del “espectáculo” del genocidio, a partir de una
“experiencia concentracional” desde la cual se debe armar la cotidianeidad.
Plantea una idea muy controversial en la época que fue escrita, que es que a partir de
Auschwitz la sensibilidad de las personas a estado sometida a tanta represión tano externa como interna que se ha anestesiado ante el “espectáculo de la realidad”, que las formas de eliminación del que tiene un ejercicio distinto de la cultura es cancelado desde las formas más irrisorias posibles.
Estas formas pueden verse en los escraches, en la muestra de una cultura específica como defectuosa, y así se puede seguir enumerando muchísimas formas de cancelaciones, las cuales solo muestran que el odio ha sido internalizado y desde esa conducta proyectar un proceso de ejercer la cultura.
Adorno, también, plantea una idea muy importante que la toma de sus colegas de la escuela de Frankfurt, que es la racionalidad de la muerte, es decir, como ejecutar la muerte de los que se consideran “personas que no son de bien”, o sea, como se matan a las personas que no son representativas de los valores imperantes.
En el país actualmente vemos como se ha producido esto, sobre todo, a partir del encierro que se ha planificado, de manera bastante inhumana, durante la pandemia, donde había una continuidad del encierro y ha suscitado un grupo de personas que han sabido capitalizar el enojo acumulado de una sociedad.
Es en este contexto que se formó un partido político La Libertad Avanza, con gente que se puede denominar como outsider, gente que no viene de la política tradicional, sino que viene desde los márgenes con ideas sumamente extremas respecto de la economía y de la presencia del Estado.
El presidente actual hace un ejercicio del poder con métodos cercanos a los que ha ejercido el menemismo (en democracia) y las diversas dictaduras militares, mediante la cuales se ha ejercido una violencia estructural que ha causado muchísimos efectos a largo plazo.
En este ejercicio del poder empezó a recortar lo que se considera “salario indirecto” (es
decir gastos que el Estado cubre para que a las personas que ganan poco tengan cubiertos determinados gastos), como por ejemplo, los medicamentos a los jubilados.
A partir de esta medida los jubilados se ven aun más limitados en sus movimientos diarios, es decir, muchos de estos jubilados que cobran la jubilación mínima, generalmente eligen comer o los medicamentos (lo digo porque conozco algunos jubilados que la están pasando bastante mal).
Este gobierno de ousiders, de átopoi (inclasificables) que gobiernan, intentan transformar la Argentina, a costa de la denigración económica de las jubilaciones y de la quitas de los diversos salarios indirectos que brindaba el Estado, mostrando una contradicción con lo prometido en campaña, cuando en el debate presidencial antes del ballotage Massa le preguntó si iba a sacar los subsidios, y Javier Milei, lo trató de mentiroso diciendo que primero iba a estabilizar la economía y luego iba quitar los subsidios.
Otra contradicción que se plantea con sus dichos en campaña, cuando en un programa de televisión le regalaron una motosierra y le preguntaron si la iba a usar contra los jubilados, y Milei le dijo que no, que eso lo había hecho (Patricia) Bullrich con el gobierno de la Alianza.
Cuando se produce la alianza entre parte del macrismo (lo que, en algún momento fue el PRO, lo destrozó para poder acercarse a distintos puntos del Estado y de los diferentes Ministerios que conforman la esfera pública) y La Libertad Avanza se realizó con las ideas de ajustar a la gente que menos tiene, y, lo que es peor, aportó muchos años con su trabajo para poder tener una jubilación.
La apelación a Auschwitz, como metáfora de la ejercitación de la muerte organizada,
planificada, y ejecutada (esto es, la búsqueda y la ejecución dela racionalidad de la muerte), muestra una concentración de personas en un nivel de indigencia tanto económica como espiritual, y para poder tener los medicamentos gratis deben hacer una serie de trámites para demostrar que están en la pobreza.
Esta crisis autogestionada por el actual presidente, y donde se está poniendo en lo que es la casta, no lo que se planteó como casta (los políticos tradicionales que entre sus ingresos tienen un sueldo que con la decima parte un jubilado estaría bastante bien en el sentido económico, y con el recorte de asistentes y demás gastos reservados se ayudaría bastante a la población más vulnerable), esto no son los jubilados, quienes trabajaron en diversos trabajos para aportar para la jubilación y poder vivir con tranquilidad los últimos años de vida.
Todo en esta Argentina donde los mantras se repiten pero no se ejercen, donde los políticos con anuencia del presidente de la Cámara de Diputados (Martín Menem) y, también, con la anuencia de la presidente de la Cámara de Senadores (la Vicepresidenta Victoria Villarruel) se aumentan los sueldos.
Se puede ver que la casta eran las personas de la tercera edad, a quienes les están
recortando todos los salarios indirectos y sometiéndolos a elección entre alimentos y
medicamentos, mientras el presidente se muestra bailando en unos de los hoteles más
lujosos de CABA con Donald Trump en una cumbre de la derecha, o viaja a realizar
avatares con Elon Musk, o, también se puede ver adonde va la casta cuando le estatiza una deuda de U$S 100.000.000 a Marcos Galperín.