
La historia poco conocida de Agustín Magaldi, y su travesía por la ciudad de Bragado, es algo que algunos historiadores, como es el caso de Aníbal Grosso y el biógrafo Gustavo López Fabián Modesto, más conocido como Gustavo López Caballin, oriundo de Henderson –residiendo en Brasil– no les pasó desapercibida. Menos aún, a dos magaldianos de raza, como son el caso de Sergio Lavecchia y Ricardo Perri, vecinos de nuestra ciudad, con quienes tuve el placer de conversar en la mañana del día jueves 2 de enero, aprovechando la reunión que tenían con Gustavo en el diario. Socave en “el mejor sentido de la palabra”, como decía Machado, alguna información para compartir con todos ustedes. Sabemos que Agustín Magaldi, fue un cantante popular y compositor, que junto a Ignacio Corsini, constituyen la saga principal que se ubica detrás de la figura consular de Carlos Gardel. Pero pocos saben –acta de bautismo en mano–que le han propiciado su primer sacramento en la Parroquia Santa Rosa de Lima, en 1899. Así como también algunas otras cosillas que vamos a ir desentrañando en esta breve entrevista.
Ricardo, ¿cómo se dio la agrupación magaldiana en Bragado?
–Yo tenía un programa de radio, y una vez me llama una señora que era bibliotecaria de la escuela No.1, y me dice: a usted que le gusta el tango, le voy a dar un dato. Llegó a la escuela una carta desde Rosario, que me piden las planillas de cuando Agustín Magaldi y su hermano concurren al establecimiento. Me quedé con una copia de las planillas, y en ese entonces hicimos una referencia en el diario. Cuando aparece Facebook, conozco a Gustavo que estaba haciendo su libro “La voz sentimental”, y le comento que había vivido aquí. Él se viene a Bragado y le doy lo que teníamos.
Sergio, ¿Quién vive en los Toldos?
–Luis Coria –periodista– que está en radio “Los Toldos”, y es un gran difusor de toda esta locura –Agrupación Federal Magaldiana– que tenemos con Ricardo, es por ello que le queremos enviar nuestro saludo y agradecimiento por todo lo que hace.
Gustavo, ¿tu trabajo de biógrafo cómo empezó?
–Bueno, primero un saludo a todos los magaldianos en Los Toldos. Comienzo a los quince años –más o menos– a interesarme por Magaldi. Tenemos que decir que no solo fue un cantante de tango de aquella “triologia de oro”. El distinto fue Magaldi, que tenía una inclinación social. Dentro de su repertorio de 61 géneros musicales, lo mismo cantaba un tango, que un fado, que un triste, una zamba, una chacarera, etc. Prácticamente recorrió todo el país, y en una oportunidad que Gardel lo invitó para cantar en el exterior, él le contestó: antes de ser cantante, quiero ser criollo.
Gustavo, ¿Cómo es eso que enalteció a la mujer?
–Por eso también tuvo tanta crítica, hasta lo llamarón de llorón. Reivindico a la madre soltera, donde dice: la madre son una y no son dos, lo nieguen las leyes, lo niegue cualquiera, son las mismas delante de Dios.
Gustavo, ¿Tuvo algún problema con su arte?
–¡Sí! Fue el más censurado de todos, incluso perseguido. La Milonga Tierra del Fuego, denuncia todo lo que pasaba en la cárcel de Ushuaia. Él desnudaba todas esas cosas, y a causa de eso, era prohibido o limitado.
Hago la pregunta abierta para alguno de los tres, ¿Qué creen que Agustín Magaldi, le diría a las nuevas generaciones con respecto a las ideas políticas?
–Sergio– Me atrevería a decir que, lo que él afirmaba en esa época Magaldi, tiene una vigencia total. Fue un revolucionario en todo sentido de la palabra, en su vida cotidiana, en su generosidad hacia la gente humilde.
–Gustavo– Él era coherente con lo que cantaba. Cuando él muere, los hermanos tuvieron que vender su auto para poder pagar el sepelio, no tenía un peso ahorrado, todo lo donaba.
Ricardo, ¿qué expectativas tenés con respecto a la agrupación magaldiana de Bragado?
–Me gustaría tener en Bragado algunos objetos que le pertenecieron a Magaldi, tener un lugar físico, donde poder reunirnos para que todo esto no se pierda. Tenemos la esquina de Agustín Magaldi, donde pusimos la placa.
–Gustavo– El sueño mío es hacer un museo. Y una de las localidades que se podría hacer es en Bragado — por su grado de importancia–. Mi colección privada estaría a disposición. Estaría bueno que aquí en Bragado, donde él vivió junto a su familia, se le reconociera más –al menos — con el nombre de una calle. También, otra calle con el nombre de Antonio Tello y Emilio Magaldi, personajes que hicieron mucho por la cultura.