
Dialogamos con Antonela, quien muy amablemente nos decía lo siguente:
¿Cómo fueron tus inicios en la política?
Empecé a militar en política acá en la Juventud Radical de Bragado, tenia 14 años y en el marco de la campaña legislativa sl centro de estudiantes organizó un debate en la escuela Normal. Ahí conocí a Nicolas Lamazon que era pte del centro y era parte de la JR y me invitó a participar.
¿Por qué la UCR como elección?
El radicalismo representa para mí un puñado de valores que lejos de parecer antiguos, están muy vigentes: la defensa de la educación pública, la institucionalidad, la democracia y la justicia social. En mis primeros pasos como militante provincial, me sume a la Juventud Radical en Lucha ahí adquirí nuevos valores: la amistad en política, la solidaridad militante, el encuentro y la construcción colectiva.
Actualmente electa presidenta de la UCR juvenil. Contanos la experiencia previa y la sensaciones de ser la primera mujer en ejercer este rol
Se que no tengo un desafío fácil, ni una tarea sencilla. Me toca asumir la presidencia de la Juventud Radical en tiempos difíciles, donde la política y la sociedad están atravesadas por la violencia, los discursos vacíos y el individualismo.
Sin embargo, soy optimista y estoy muy contenta del proyecto que estamos construyendo, llegamos hasta acá en un proceso de unidad.
Todos los espacios antepusimos una construcción colectiva y me toca conducir con grandes mujeres de importante trayectoria política.
Son tiempos donde nadie cree, el sentido común nos dice que la política está envuelta en violencia, agravios y privilegios.
Pero también es necesario que gente buena se involucre. No es la política el problema sino las personas que lo ven como un trampolín. Es adentro de la política y no con paracaídas o con motosierra.
¿Cual es tu opinión respecto a la política y contexto social actual?
Hace falta un proyecto politico con liderazgos genuinos en la política en general y también en el radicalismo. Ese es nuestro objetivo, construir un espacio menos hostil para que más jóvenes se interesen por la política.
Pero también de un proyecto de poder en nuestros municipios, la provincia y el país.
Para finalizar agrego: Siempre el corazón está en Bragado aunque mi vida y la política la esté transitando en la ciudad de La Plata. Me gustaría también que el radicalismo sea una alternativa de poder y tenga liderazgos sólidos y coherentes