
1. ¿Por qué decidiste estudiar está carrera? ¿Que es lo que más y menos te gusta al desempeñar tu profesión?
Decidí estudiar Trabajo Social en el último año de la escuela. Tengo noción que desde chica siempre me conmovieron las injusticias y el dolor de los demás. Me incomodaba no poder hacer “algo” frente a ello. Cuando escuchaba sobre el Trabajo Social me llamaba la atención pero a la vez me generaba miedo… hay mucho imaginario sobre la especificidad de la profesión y en especial sobre lo que hacen “las asistentes”. Pero en el proceso de estudio de la carrera, me crucé con profesores y compañeras, las cuales algunas de ellas hoy tengo el privilegio de trabajar, que hicieron que esta elección haya sido la mejor.
Hoy puedo decir que elegí la profesión para hablar en favor de los que no pueden hacerlo por sí mismos, para intervenir frente a las injusticias, para acompañar y contener y sobre todo para luchar por la defensa de la dignidad humana, que de eso se trata.
Lo que me gusta de la profesión es la idea de colectividad, de poder hacer con otros, a veces difícil de sostener pero imprescindible ya que considero que es una herramienta que nos defiende en estos tiempos de individualismo y de desesperanza.
Lo que menos me gusta al desempeñar la profesión es el sistema mismo que desvaloriza y precariza cada día nuestra labor. Hay muchos estereotipos y prejuicios en torno al Trabajo Social que se generan socialmente, especialmente en las competencias que causan confusiones y malestar.
2. ¿Cuál es tu experiencia en el campo del trabajo social?
Hace cuatro años ejerzo la profesión. Al principio trabajé en el área de Desarrollo Social, en la atención de un CAPS en el contexto de emergencia sanitaria por el covid-19. Actualmente trabajo en el área de Discapacidad de la municipalidad e integro la junta evaluadora interdisciplinaria para la emisión del Certificado Único de Discapacidad. También desempeño la profesión en el equipo interdisciplinario de
la Comisaría de la Mujer y la Familia de Bragado.
3. ¿Cuáles son los mayores desafíos que deben afrontar actualmente en este contexto social?
Creo que uno de los mayores desafíos en la actualidad es el poder trabajar en red y con otros, el construir lazos en medio de este contexto hostil. Ante tanto individualismo, crueldad y odio, promover espacios de encuentro, escucha y reflexión para pensar intervenciones que puedan sostener y sostenerse es un desafío.
Frente al acrecentamiento del hambre, la desigualdad y la falta de oportunidades, el desmantelamiento y vaciamiento del Estado ante las necesidades, dificulta el trabajo diario, genera frustraciones, porque además de la escucha, la palabra, el abrazo, también trabajamos con recursos y políticas públicas.
4. ¿Consideras necesario abordar el trabajo social de manera interdisciplinaria?
Si, considero que es fundamental la interdisciplina.
Ninguna situación debería ser pensada de manera fragmentada ni focalizada.
Cada disciplina se necesita a la hora de pensar estrategias de abordaje ante la problemática y el acompañamiento, es necesario para que la producción de conocimiento e intervención sea mejor.
5. ¿Cómo se evalúan las diferentes necesidades, que llevan a los planes de intervención?
Cada situación es muy particular, detrás de cada problemática hay una historia que es
singular, por eso lo primero y fundamental es la escucha. A partir de allí uno puede vislumbrar cuál es la necesidad, el contexto, la historia de vida, siempre teniendo en cuenta la participación de la persona y con ello plantear estrategias de intervención que también van a ser singulares. Abordamos múltiples temáticas y problemáticas que demandan escucha, contención, asesoramiento, gestión de recursos, acompañamiento y restitución de derechos. En cada situación se abren varias posibilidades en el abordaje de la intervención, lo que se llama estrategias de intervención, que dependerán de la disponibilidad de recursos, de las instituciones que acompañen y de las políticas públicas y fundamentalmente del trabajo en red, intervenciones que van estar planteadas de acuerdo a la particularidad de la situación.
6. ¿Cómo te mantenes motivada y evitas el agotamiento emocional en tu trabajo?
Considero que es un ejercicio diario el mantenerme motivada, mentiría si dijera
hay días que “no quiero tirar la toalla”, como toda profesión que trabaja con el
padecimiento del otro y en este contexto social, desgasta, entristece, provoca temor, bronca, indignación, pero quedarse en ese lugar no aprovecha en nada. En medio de un contexto que arde hay manos que luchan contra las injusticias, que construyen, que cuidan y que siembran para que la vida siga teniendo sentido, eso me mantiene en
pie. También el estar acompañada de mis colegas me permite tener lugar para
el desahogo, la “catarsis” y la reflexión continua.