Argentina empezó a dar sorpresas durante la Cumbre del G20. Cuando se esperaba que el país fuera la luz roja del tablero del encuentro de líderes por las clarísimas diferencias que Javier Milei mantiene con la mayoría de las iniciativas que impulsa el anfitrión, Luiz Ignacio Lula da Silva (como aquellas emparentadas con la
Agenda 2030 o el impuesto a las grandes fortunas), la delegación argentina comenzó a exhibir -con su propia impronta- algunos tímidos consensos.
La novedad de la mañana en el foro que se desarrolla en Río de Janeiro es que la Argentina adherirá a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, la gran apuesta de Lula como presidente pro tempore del foro internacional. Se trata de un pacto global para destinar recursos y conocimientos a la implementación de políticas
públicas y tecnologías para erradicar el hambre y la pobreza en el mundo. En su discurso de apertura de las deliberaciones, Lula lo calificó como “su legado”. En términos de ideología, recordemos que el actual mandatario argentino, siempre se mostró en contra de la agenda 2030, por lo que muchos de sus seguidores ( de la batalla cultural), seguramente van a parar las alarmas, porque esto era algo que querían determinar desde hace bastante tiempo.
¿ Cambiará de opinión Milei y se volverá pro-agenda 2030?