
Diego Suárez, nació en el año del Búfalo según el calendario Chino–1973– en un Bragado que no estaba ajeno a lo que ocurría en el resto de mundo– Tratados de Paz por un lado y estallidos de guerras por otro– Asumía a la intendencia Don Irineo Osvaldo Oliveros, un reconocido dirigente de gremio de Luz y fuerza. Paradójicamente, dos palabras que definen a este artista internacional bragadense. El Movimiento M.A.I.A (Movimiento Artístico Independiente Argentino) nace de estas dos vertientes, de la luz del arte y la fuerza de la vida en su instinto de supervivencia. En el año 1997 fue a estudiar a Avellaneda, bajo la dirección del maestro Elvio Toto Villarroel (Titiritero y poeta) y, en la universidad de San Martín (UNSAM), hizo la carrera de Teatro de Títeres y objetos.
Va, pero siempre vuelve a Bragado, en los meses de mayo solemos verlo por el pueblo con su Festival Internacional de Títeres, que lleva 15 años de puesta en escena, y como dije, también va…, va por el mundo de gira, y esta vez está en Colombia, realizando la presentación de sus dos espectáculos “El Loro Pereyra” y “El último tren”. En su haber lleva recorrido mucha experiencia, muchas vivencias que anhela compartir con todo su público, que no se limita a los más chicos, sino que también es para nosotros –los eternos niños– es en general, para toda la familia. Ha estado en México, España, Perú, Ecuador, Brasil, Chile, donde recogió otros colores, otras notas musicales que fue incorporando a su carrera como artista, pues según él, el arte se fusiona con arte , y a los que entendemos de la retroalimentación artística, sabemos que el fruto no cae lejos del árbol. Diego, ha mamado de la vena de su padre lector, de su hermano que era titiritero, incluso su otro hermano, que vive en Francia, es músico.
–¿Qué te llevo a emprender esta vocación tan particular?
Primero me quería ir del pueblo a estudiar a Buenos Aires, que me costó mucho por una cuestión económica, mi búsqueda siempre estuvo por el lado artístico, influencias de la vida. ¡Sabia que el arte me iba a salvar! Creo en el arte como una herramienta espiritual, un oficio, un trabajo que ya hace 26 años que hago. Hoy en día parece una locura, un acto de rebeldía y revolución, alguien que se dedique a transformar un instante a un montón de gente. El arte rompe fronteras, no importa de donde uno es, y cada vez me lleva a creer más que el arte es capaz de romper patrones, de hacerte “ver” que no es necesario estudiar ciertas carreras funcionales al sistema, atreverse a sentir, a mirarse a los ojos.
–¿Crees que los títeres y la comedia musical están relacionados?
El títere es milenario, se ha encontrado en tumbas originarias, en Egipto –mascaras– que se usaban para ceremonias. Una pintura vibra, tiene música, tiene ritmo, tiene sensación, y la música tiene imágenes, de hecho nosotros hacemos un taller que se llama Sinestesia. El arte se fusiona en su lenguaje, perfectamente pueden convivir la comedia musical con los títeres. Nunca terminas de sorprenderte y aprender. Trabajo en equipo, donde cada uno cumple su rol, y el arte se fusiona ahí también, con los artistas plásticos, con los músicos, la interpretación.
Diego Súarez, un artista multifacético, que es para seguir conociendo, en You Tube lo pueden buscar en esta dirección — https://youtube.com/@diegosuarez9544?feature=shared— no solo abraza como lenguaje artístico los títeres, sino también incursiona en la actuación — Es parte del elenco estable en la compañía Libertablas– en la música, y con la última propuesta desafiante de una colega, que lo invito a dirigir una obra que se estrena en noviembre.