8 de octubre Día Internacional de la Dislexia
“Durante una entrevista en la que participaba el licenciado Gabriel Rolón, Pampita contó que padece un trastorno del aprendizaje. “Tengo dislexia. Leo todo al revés y escribo todo al revés”, se puede leer en la página del Trece. La Asociación Europea de la Dislexia registró al 8 de octubre como el Día Internacional de la Dislexia, fecha para concientizar y visibilizar el padecimiento que afecta al 10% de la población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Dada la fecha, y los casos conocidos que se van dando, quisimos hablar del tema con Vanesa Carobini, es psicopedagoga, profesora en Ciencias de la Educación y tiene un posgrado en Estimulación Cognitiva, y fue esto que nos dijo:
La dislexia es una dificultad del aprendizaje que, aunque afecta principalmente a la lectura, también puede influir en otras áreas como la escritura, la ortografía y, en algunos casos, la organización del lenguaje. Es importante aclarar que no es el resultado de una falta de esfuerzo o motivación, ni está relacionada con la inteligencia general. Como psicopedagoga, quiero enfatizar que la dislexia es una condición neurobiológica que afecta la forma en que el cerebro procesa los símbolos del lenguaje escrito.
–¿Cuáles son las causas?
Las investigaciones científicas indican que las causas de la dislexia son multifactoriales, es decir, resultan de la interacción de varios factores, tanto genéticos como ambientales. La dislexia tiende a ser hereditaria. Si uno de los padres presenta esta dificultad, es más probable que el hijo también la experimente. Se han identificado ciertos genes relacionados con el procesamiento fonológico, que es la capacidad de reconocer y manipular los sonidos del habla, un componente clave para la lectura. Esta herencia genética afecta cómo las áreas del cerebro relacionadas con la lectura y el lenguaje se desarrollan y funcionan.
–¿Y el ambiente cómo puede afectar?
Alteraciones en el procesamiento fonológico: La mayoría de las personas con dislexia presentan dificultades en la conciencia fonológica, que es la capacidad para identificar y trabajar con los sonidos de las palabras. El cerebro tiene dificultades para conectar las letras con los sonidos que representan. Esta dificultad en el procesamiento fonológico afecta la fluidez de la lectura y la capacidad para descodificar palabras nuevas o complejas. Estructura y función cerebral: Los estudios de neuroimagen han permitido observar diferencias en las áreas cerebrales involucradas en el lenguaje entre personas con dislexia y aquellas que no la tienen. Estas diferencias se encuentran en regiones como el lóbulo temporal izquierdo, que es fundamental para la decodificación de palabras. En las personas con dislexia, estas áreas pueden activarse de manera menos eficiente durante la lectura. Esto no significa que el cerebro tenga una «falla», sino que procesa la información de manera diferente. Y al final los factores ambientales, terminan jugando un papel importante, y si bien la dislexia tiene una base neurobiológica. Por ejemplo, un entorno lingüísticamente rico durante la infancia puede ayudar a compensar algunas de las dificultades. La falta de estimulación temprana o experiencias traumáticas que afecten el desarrollo emocional pueden agravar las dificultades de aprendizaje, pero no son en sí mismas la causa directa de la dislexia.
–¿Hay algún tratamiento?
El tratamiento de la dislexia no busca «curar» la condición, ya que no es una enfermedad, sino desarrollar estrategias y herramientas que permitan a la persona aprender a leer y escribir de manera más efectiva. Intervenciones pedagógicas personalizadas, apoyo escolar, Terapia emocional y apoyo psicológico. En definitiva, la contención emocional hace que el aprendizaje resulte menos traumático, pues para las personas con dislexia, el aspecto emocional es tan importante como el pedagógico. Muchas veces, el diagnóstico llega después de que el niño ha experimentado años de frustración, inseguridad o incomprensión. Por eso, es esencial crear un entorno de apoyo que no solo se centre en sus dificultades, sino también en sus fortalezas.
Como psicopedagoga, suelo recomendar a los padres y educadores que se enfoquen en reconocer los logros, aunque sean pequeños, y fomentar una actitud positiva hacia el aprendizaje. Es importante hablar sobre la dislexia de manera abierta y sin estigmas, explicando que es una forma diferente de aprender, y que hay muchas personas exitosas que la tienen.