
Tuvo grandes peleas; como aquella con el «zurdo» Eduardo Lausse, con quien protagonizó históricos duelos y a quien superó el 13 de octubre de 1956 por abandono en el 11° round. Así se consagraba campeón argentino y sudamericano de los medianos, aunque la FAB le arrebataría ese título nacional el 2 de octubre de 1958, a raíz de sus inconductas en una pelea realizada un mes antes, frente al mismo rival.
En 1966 ganó el sudamericano imponiéndose, debido al abandono en el 12° round del brasileño Rubens Oliveira. Este último lo logró al superar por puntos, en su combate N° 200, al marplatense Miguel Ángel Páez. Frente a este mismo oponente se retiró a los 36 años, dejándose noquear, literalmente, y resignando la corona nacional. Aquella resultó su última pelea.
Se enfrentó a Carlos Monzón en dos oportunidades en 1965 (cayó por puntos y empató, respectivamente) y viajó a Washington en febrero de 1967 para disputarle el cetro mundial de los semipesados al norteamericano Bob Foster. Cuentan que para promocionarse se paraba en la calle Florida y repartía volantes con petulantes textos como “¿Quiere ver morir a…? Vaya al Luna Park. Firmado: Andrés Selpa”.