
Aunque suene raro, exagerado o anormal — es así– la guardia del Hospital Municipal San Luis de Bragado, atiende en un consultorio privado.
El día 26 de agosto tuve que llevar a mi madre por un problema en la vista a la guardia del hospital y me encuentro con un panorama esperpéntico, no hay médico oftalmológico de guardia, solo tienen una “guardia pasiva”–bastante pasiva– que no atiende en el hospital, sino que atiende en su consultorio privado, y estoy hablando de la oftalmóloga Rocío Aliano. Mi madre es una mujer de 84 años con movilidad reducida, incapacitada para caminar de aquí para allá, y le costó la propia vida poder llegar al hospital. Ni bien llegamos, la hicieron caminar por todo el hospital hasta el consultorio oftalmológico y no estaba el profesional, “supuestamente ya no tenía pacientes que atender y se había retirado, estoy hablando de las 11 de la mañana”. Volvemos a la guardia y la atiende una médica muy atentamente, pero le dice que no puede hacer mucho, y va averiguar si la oftalmóloga de guardia puede verla, para todo esto ya tenía a mi madre en una silla de ruedas casi sin poder moverse –literalmente– cuando vuelve la médica me dice que tenemos que ir nosotras a su consultorio privado, llamo un remis y la llevo atónita, pero considerando la situación voy. Llegó al lugar y era un escarpado, subir al consultorio fue otro desafío, para todo esto a mi madre le había bajado la presión de los nervios y los dolores del cuerpo –una vergüenza– y para qué seguir contando el resto de la historia, que es más vergonzosa. El consultorio está repleto de personas de la tercera edad, ¡vamos! abuelos del PAMI, ¿Qué curioso no? ¿Se puede estar en misa y en procesión a la vez?
El punto es que nos estamos cargando el sistema público de salud, ya Thomas Hobbes decía en su obra “El Leviatán” (1615), que el hombre es un lobo para el hombre. La degradación del sistema público conlleva implícitamente su extinción. Hoy me tocó a mí, pero mañana será vuestra madre, vuestro padre o algún familiar a quien no se le responda como corresponde a un sistema democrático y republicano.
Artículo 33.- Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la Constitución no serán entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados; pero que nacen del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno.
Artículo 42.- Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones de trato equitativo y digno.
PREAMBULO (Hagamos un poco de memoria)
Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.