Sebastián sufrió un accidente laboral hace dos años que le prohibió continuar con los
quehaceres diarios de su vida, y como si eso fuera poco, las proyecciones y sueños que
tenía se limitaron.
El joven en sus redes sociales manifestó lo siguiente; “Que estás pensando me dice
facebook, la verdad que después de recibir un telegrama de la empresa dónde me corte la mano trabajando para ellos y en estos dos años jamás me Ilamaron para ver si precisaba al menos un psicólogo, diciendo que no me van a pagar más el sueldo por qué a la fecha no cuentan con certeza del grado de disminución de mi capacidad laboral. La verdad como humanos dejan mucho que desear, después se llenan la boca hablando de caridad, prometiendo prótesis, un puesto acorde a mi discapacidad, y casi hasta la vida eterna. Así está todo en este mundo del revés, como si uno lo hubiera hecho a propósito como me dijo el hijo de dueño, pero Dios todo lo ve”.
Nos comunicamos con Sebastián y a su publicación original, agrego lo siguiente;
“Más que nada un gran malestar por qué yo no elegí está situación, estoy en medio de una empresa y una Art que no me dió el alta, la empresa me informa que no va a pagar las prestaciones dinerarias hasta que vuelva a trabajar, cosa que no puedo por orden médica.
Me molesta porque más allá de ser un empleado soy una persona, no tengo malas
intenciones solo reclamo lo que me corresponde, distinto a esta gente que se la pasó
hablando y prometiendo un bienestar para mí y mi familia, una prótesis de alta tecnología que nunca me brindaron, y que no me quieran pagar el sueldo me da bronca. No estamos hablando de una pyme que está haciendo malabares, es una empresa que mueve millones y creo que mí sueldo no les movería un número, pero así son las grandes empresas, miran sólo su beneficio. También me intente acercar varias veces en estos 2 años de tratamiento para contarles cómo venía mi recuperación, qué novedades tenía para reintegrarme a trabajar y solo recibí negativas hacia mi, malos tratos, malas contestaciones de parte del apoderado de la empresa, respuestas irónicas e hirientes hacia mi persona y con respecto a mi accidente, cosa que me dolió mucho y defraudó como ser humano. Por eso expreso mi malestar y quiero hacer saber que desde la empresa nadie se comunicó conmigo ni siquiera para decirme «quédate tranquilo que no te va a faltar un plato de comida para tu familia”.
Una de las cosas que también se me criticó, fue el tema de que realizará deporte.
Obviamente comencé a realizar ciclismo con el consentimiento de los médicos, psicólogos y psiquiatras. Más allá de los beneficios físicos de la actividad, también lo tomé como una forma de terapia.
