
Los jóvenes argentinos, un segmento con potencial y muchos desafíos
En el marco del Día Internacional de la Juventud, cuyo lema en 2024 es “De los clics al progreso, vías digitales de la juventud para el desarrollo sostenible”.
La ONU afirma que los jóvenes, como generaciones digitales y visionarios, están a la vanguardia en la adopción de nuevas tecnologías, y forman el mayor grupo demográfico de usuarios y desarrolladores
que dan forma a las tendencias digitales a nivel mundial, lo que los convierte en la fuerza impulsora de la digitalización y la innovación.
Este grupo, aunque dinámico y conectado, es particularmente vulnerable en varias métricas sociales.
Equilibrio entre riesgo y beneficio. La amplia mayoría de los jóvenes argentinos reconoce la utilidad de la tecnología en su vida diaria sin embargo un porcentaje significativo se muestra preocupado por compartir sus datos digitalmente y se siente abrumado por las redes sociales.
Acerca de la tecnología y las preocupaciones relacionadas un estudio, muestra que la mitad (46%) de los jóvenes de 16 a 24 años afirma ser consciente de lo que sucede con su información personal después de compartirla en internet, mientras que la otra mitad plantea lo contrario.
Este dato, aunque subraya la creciente conciencia sobre la privacidad digital en este segmento, también pone de manifiesto la necesidad de seguir fortaleciendo la educación y concientización en torno al manejo y uso seguro y responsable de los datos personales. En este sentido, el estudio también muestra que la preocupación por la seguridad de los datos persiste, con 4 de cada 10 jóvenes mostrando inquietud al compartir su información personal digitalmente. Además, la hiperconexión y
conducta online parecen no estar exentas de riesgos, el 46% de los jóvenes manifiesta sentirse abrumado por el uso de las redes sociales.
De todos modos, a pesar de estas preocupaciones, el 64% de los jóvenes reconoce el valor de la tecnología en su vida cotidiana, destacando su utilidad como una herramienta clave para organizarse mejor.
Estos hallazgos reflejan una juventud que, si bien está alerta a los riesgos asociados con la era digital y reconoce cómo puede verse atrapada por ella, también declara aprovechar las oportunidades que la tecnología ofrece para simplificar y mejorar su día a día. Este equilibrio entre los riesgos y los beneficios de la tecnología podría guiar futuros comportamientos tecnológicos y demandar tanto mejoras en la educación digital como en la implementación de políticas públicas que promuevan un uso seguro y saludable de la tecnología.
Este estudio revela además, que la mayoría de los jóvenes se percibe como muy o bastante solidario (8 de cada 10 encuestados) y la mitad expresa interés en trabajar activamente para solucionar algún tema social, ambiental o político. Asimismo, un número similar de jóvenes siente que puede influir en sucesos sociales y políticos.
En cuanto a las acciones solidarias, se destacan varias tendencias notables entre los jóvenes. 3 de cada 10 jóvenes donaron dinero a una ONG en los últimos 12 meses, y 4 de cada 10 donaron bienes a estas organizaciones en el último año.
El estudio también identifica otros comportamientos solidarios que, aunque no son vistos como donaciones formales, reflejan el compromiso de los jóvenes con su entorno. En los últimos 12 meses, un 45% de los jóvenes ha donado dinero a familiares o amigos en necesidad, un 40% ha brindado apoyo financiero directo a personas en situación de vulnerabilidad, y un 35% ha adoptado un animal. Estas acciones se dan en un contexto donde las causas más movilizadoras para este grupo son el hambre, la
pobreza, el cuidado y protección de animales, y el apoyo a personas en situación de calle.
Por otra parte, el 25% de los jóvenes ha reducido su ingesta de carne, y 5% declara ser vegano/ vegetariano (8% de las jóvenes vs 2% de los hombres de su edad) lo que muestra cambios en el tipo de consumos tradicionales de la población. Al profundizar en otros activismos, las mujeres destacan como principales protagonistas: un 18% de ellas ha participado en marchas y manifestaciones, en contraste con el 9% de los hombres.
En este escenario, la tecnología juega un rol fundamental en el vínculo entre la juventud y su compromiso social. Según el estudio, 6 de cada 10 argentinos de entre 18 y 24 años utilizan activamente plataformas digitales para informarse, compartir, y promover acciones relacionadas con temas sociales, ambientales y políticos. Por ejemplo, el 26% consume podcasts o videos sobre temas sociales, ambientales o políticos, un 25% comparte o viraliza contenido relacionado y un 15% firma o
genera peticiones online sobre estos temas. En estos tres casos se observa una mayor inclinación entre las mujeres, en comparación con los hombres quienes muestran una mayor tendencia a crear contenido y a participar en reuniones virtuales o webinars sobre estos temas.
Las redes sociales son un canal relevante en todo el recorrido solidario de los jóvenes, sirviendo tanto como puerta de entrada a las ONGs que apoyan, como principal fuente de información sobre estas organizaciones. Además, son el medio más utilizado por las ONGs para solicitar donaciones a este segmento, lo que refuerza su relevancia en la conexión entre los jóvenes y las causas solidarias.
La salud mental y física de los jóvenes se presenta como un desafío silencioso pero urgente. A la hora de evaluar su salud en general, 7 de cada 10 jóvenes se autoperciben como saludables o muy saludables, otros 3 de cada 10 evalúan su salud de forma negativa.
El estrés es el área más crítica para los jóvenes argentinos. El 72% de los jóvenes evalúa su nivel de estrés como malo, lo que marca una diferencia notable con el promedio global del 36% en este mismo segmento. Este dato subraya la grave crisis de salud mental que enfrentan los jóvenes, que además es más pronunciado entre las mujeres.
El estado físico también muestra una tendencia preocupante. El 52% de los jóvenes percibe su estado físico como «bastante bueno» o «muy bueno», frente a un 38% que lo evalúa negativamente, y siendo más críticos que el segmento de mayor edad (65 y más). Esto indica que, al evaluar su estado físico, los jóvenes enfrentan mayores desafíos en su bienestar comparado con otros grupos etarios.
La calidad del sueño, aunque menos crítica, también es un área de preocupación. El 52% de los jóvenes evalúa su calidad de sueño como «bastante buena» o «muy buena», mientras que el 42% lo percibe como negativo.
En cuanto a violencia e inseguridad. El 74% de las jóvenes argentinas en este rango etario manifiesta sentirse insegura al caminar sola de noche por su barrio, una cifra que supera el promedio nacional y subraya la necesidad de un entorno seguro que permita a las nuevas generaciones desarrollarse plenamente. Las mujeres jóvenes son las más afectadas por la violencia física o psicológica. A nivel global, el 27% de las mujeres de 18 a 24 años han experimentado violencia en el último año. En
Argentina, el 55% de las mujeres jóvenes entre 25 y 34 años reporta haber sido víctima de violencia, una cifra alarmante que supera al promedio nacional del 44%.
En el mundo y en Argentina, las más jóvenes son las que más han experimentado acoso sexual en los últimos doce meses. El 19% de las mujeres encuestadas a nivel global de entre 18 y 24 años así lo señala, versus el 10% del total. En Argentina, son las jóvenes de 25 a 34 años las que lo declaran en mayor medida, con un 20% de menciones versus el 12% del total.
En otro orden de temas, al ser consultados por la amistad, para 9 de cada 10 jovenes argentinos, los amigos son muy o bastante importantes en su vida, y este valor atraviesa todos los segmentos de la población. De todas maneras, la amistad significa también diálogos. A pesar de la cercanía y la confianza que caracterizan las relaciones de amistad, existen temas que resultan incómodos de abordar,
especialmente entre los jóvenes. Entre los argentinos de 18 a 24 años, hablar sobre la situación económica personal es particularmente difícil, con un 58% de ellos sintiéndose incómodos de charlar acerca de ello con sus amigos. Además, casi 4 de cada 10 jóvenes no se sienten cómodos hablando de su salud mental (38%) ni de sexo/sexualidad (36%) con sus pares.