
Hoy quiero dedicar esta columna, a Marina Caputo, a quien tuve el gusto de reencontrar hace unos días atrás en el HCD y surgió la posibilidad de hacer una nota, pero además de charlar con ella ya que tiene para aportar a nuestra historia lugareña y mucho. Hace unos días atrás, se realizó un reconocimiento a la trayectoria de su padre Juan Lujan “Cacho” Caputo, y ella al recibir la copia correspondiente del decreto dirigió unas breves palabras. Al verla allí me dirigí corriendo para verla y como decía mi “padre” este es como Fidel Castro, se le pone algo en la cabeza y no para hasta conseguirlo” y esta vez fue así.
Como siempre afirmo hay una historia atrás de la historia, y está la viví yo personalmente, a hace 2 años atrás, Cacho presentaba el que sería su ante-último libro titulado “Una noche en Montelen” , en la biblioteca Blegrano, con gran éxito de público. Conmigo estaba Diana Mattarozzi, quien sacó las fotos, e hice la nota, de lo que se habló y allí nos conocimos.
Cuando me vio en el hcd, me recordó en el acto, y conocí yo no creo en las casualidades si en las causalidades, lo primero que le dije fue “ llevo un año y medio buscándote” sin saber que por lo que voy a contar ahora bien una vez por mes a nuestra ciudad, ya que vive en Rosario, donde se dedica a la docencia.
Marina me contó que “ la verdad es que estoy feliz emocionada, asumiendo una tarea que me queda grande por que de acuerdo al relato, y a todo el registro que tiene la comunidad, la cantidad de cosas que hizo mi papa me deja muy chiquita, y con muchas ganas de seguir algunas de las tantas cosas que hizo”.
Marina acotó que “el hacia y sostenía con tanta fuerza avidez y energía, el iba como periodista a hacer sus notas y yo era la colita que siempre lo acompañaba, hay toda una herencia en cuanto a las actividades, a la formación, en cuestiones vinculadas a la lectura, al disfrute de todo lo que tiene que ver con cine, con el arte, las letras, así que estar acá es un orgullo”.
Marina recordó además que su padre fue uno de los creadores del cine club “imagen 16”.Al respecto contó que” yo iba con el y gracias a eso no me perdí las películas de Bergman ,el neorrealismo italiano, “,por mi parte yo le recordé que su padre traía al cineclub a Salvador Sam Maritano, que estaba en los medios capitalinos, y ella comento que “ yo era chica una puber,y cuando elegíamos las películas lo charlábamos, el me transmitió ese amor al cine y las embajadas le mandaban las películas, y veíamos cuales elegíamos durante el mes, en que orden las pasamos ya que era todos los jueves, la presentación de cada película con todo el contexto que el preparaba, esa es la herencia de la que te hablaba”.
Otro de los temas que tocamos fue respecto del material que produjo durante casi 25 años con la revista Historias para ser contadas, como así también al programa del mismo nombró señalando que” la revista fue un proyecto que al principio parecía loco, cuando fue siguiendo la ruta, de quienes fueron los primeros inmigrantes a fines del siglo 19, comienzos del 20,
Y armo a partir de allí la historia de cada uno, todo ese material más las revistas , las entrevistas manuscritas es necesario ,inventariarlo, clasificarlo, conservarlo y eso implica tiempo, mucho esfuerzo y el tiempo es dinero a veces por lo tanto, tendríamos que ver como se busca a través del ámbito municipal, de avanzar con algún tipo de ordenamiento, obviamente quien lo haga tendrá que tenerlo como un oficio,
Obviamente con todo el apoyo mío, muy de quienes han estado con él, por ejemplo, algunos amigos de el, una de las cuestiones pendientes es ir al archivo ,donde yo he trabajado bastante con algunos temas que el me delegaba, pero hay que hacer todo un trabajo no solo con el material, que el produjo si no todo el que hay con el archivo, lo hablábamos con Malena Católica, la necesidad de digitalizar ese bagaje, ese tesoro que n o todas las ciudades conservan”..
Marina se comprometió a enviarnos algunas notas, colaborando en difundir, la historia del pago chico, y en cuanto al” legado de su padre comentó que “ es muy importante que se resguarde ese patrimonio, se puede ,hay que hacerlo en equipo, una forma colectiva, se acumule, energía, no una tarea aislada, a mí me entusiasma trabajar con los que fueron participes directos de lo que hizo, que formen un equipo para recolectar y producir el material”.,
FINALMENTE, AL DESPEDIRSE, Marina expresó que” la cosa es que tiene sentido, volver a las raíces”, algo en lo que estoy plenamente de acuerdo.
Sergio Lavecchia.