Hoy quiero dedicar esta columna a la Feria del libro que comienza, hoy porque si hay algo que me caracterizó siempre es que nunca me callé la Boca y menos que menos ahora, que voy pensando seriamente en colgar los botines, y en el caso de la feria del libro, hay cosas que nunca me gustaron antes y menos me gustan ahora.
Hace mas de 30 años atrás, cuando comenzó la idea de hacer una feria del libro, hubo cosas que uno las dejó pasar, por ser las primeras, por ser” errores de principiantes”, pero otras cosas, son intolerables. Mi entrañable amigo Ricardo Sáez, una vez publicó una nota escrita con el seudónimo “Fidel” los memoriosos se deben acordar bien que sacaba chispas, acerca de la actitud de escritores, tanto locales como de afuera, llegando a compararlos con” los mercaderes del templo” que cuenta la biblia, donde Jesús los echo a patadas por querer hacer su negocio, palabras más palabras menos.
El enojo de Ricardo era porque nadie recordaba, a Rodolfo Walsh, Jorge Ricardo Masetti, o Haroldo Conti, que además de periodistas, eran excelentes escritores y militantes, que nunca se hubiesen prestado a ese juego; de hecho, la obra de estos 3 “monstruos” de la literatura argentina ,circuló muchas veces en forma clandestina, y yo estoy seguro que si le pregunto a los pibes de las escuelas primarias y colegios secundarios, sobre quienes eran, nadie me lo va a saber responder.
En el caso de Haroldo Conti, escritor, ligado a Bragado sobre todo a Warnes, oriundo de Chacabuco, pero con familia en nuestra ciudad, mi viejo lo conoció ya que venía mucho a Warnes, y de hecho, en su libro “La balada del álamo Carolina”, cuenta con nombre y apellido historias que escuchó en el boliche (antigua Pulpería), la mayoría, hablando en criollo “De Cuernos”.
En una edición de la feria de hace 30 años atrás, una conocida docente jubilada a la que no voy a nombrar para no comprometerla se “atrevió “ a poner un stand con las obras completas de Haroldo, dicho stand fue retirado por “sugerencias de la organización ,porque el mencionado había estado ligado al PRT, Partido Revolucionario de los Trabajadores, (y eso lo vi yo).
Como sé que me van a decir que siempre traigo a colación cosas del pasado, voy a referirme a algo que particularmente me molesta y es el hecho que para poder presenciar la charla de Felipe Pigna o Alejandro Dolina, hay que retirar una invitación, y francamente es ridículo ,creo que ni en la época de la pandemia se hizo algo asi, además si voy, iré como periodista, así que no pienso retirar ninguna invitación si no permiten el ingreso, me retirare ,pero eso en mi barrio se llama discriminar.
Da la sensación que los organizadores quieren tener una “élite” que vaya con la invitación en la mano, y sinceramente me molesta, y mucho.
Antiguamente tenían el decoro de llamar a los medios, para preguntar quien iba a cubrir la feria y se nos acreditaba, en el caso de nuestro diario, desde hace un tiempo, hemos sido ninguneados, pasamos a ser “ ángeles caídos” somos “ mala palabra “ y yo lo aclare si se meten con El Censor, se meten conmigo.
Si puedo ingresar como prensa ,hare mi trabajo con la mayor honestidad intelectual posible como lo hice desde que comencé mi trayectoria, pero si por algún motivo se me impide ingresar a la Feira, juro que; en lo que me resta de vida, no cubro más la feria del libro, total a esta altura, ya no tengo nada que perder, si los organizadores se ofenden, les digo lo que dice una de mis compañeras de trabajo, de la escuela industrial “Mas se ofende el chancho y se lo comen”.
Sergio Lavecchia.