El ingreso a la época moderna está signado por varios cambios sociales, geográficos,
astronómicos, etc., y es en el período de la Contrarreforma, que es un movimiento
propulsado por la Iglesia Católica para impedir el avance de la Reforma e impedir el avance de las nuevas corrientes surgidas, que se produce el descubrimiento de América.
En este descubrimiento de nuevas tierras, hay un choque de dos culturas, por un lado, está la cultura autóctona, que es la que tenían los primeros habitantes de estas tierras, y contaba con su sistema de creencias y rituales, y con su propia organización y división del trabajo; y, por otro lado, la cultura extranjera, que es la cultura que trae otros sistemas y otra organización.
En este choque de culturas se produce lo que denomina la “hibridación”, es decir, al
encuentro, muchas veces cruento y que se realiza mediante luchas armadas, se fusionan ambas culturas, y surge una cultura nueva como mezcla de las culturas que chocan.
Es por este hecho que 1.492, marca un hecho sustancial, ya que es cuando chocan la cultura autóctona, la cultura representada por los indios, y la cultura extranjera, que es la europea, la que trae Colon importada desde el Puerto de Palos.
Es en este choque, que se produce en el continente americano, surge una nueva cultura que tiene elementos de la cultura sometida, que es la cultura autóctona, y la cultura que somete, que en este caso es la europea, y surge, en primer lugar, el colonialismo, mediante el cual se saquean las materias primas del continente americano y los productos elaborados que eran carísimos.
En segundo lugar, luego empieza el Virreinato, en el cual ya se ha producido una mezcla de razas, pero aun está el Virrey y los funcionarios, gobiernan y siguen ejercitando el “trabajo forzoso” con los que no consideran con la suficiente capacidad para ejercer los diversos cargos políticos.
Pero este trabajo forzoso, con la cultura sometida y con las nuevas razas surgidas, en un momento se comenzó a diezmar la población, y es este hecho que hace resquebrajar el sistema organizativo en “base a la explotación”, para lo cual es necesario buscar una solución.
Es en este momento, que diversos autores latinoamericanos, que afirman que en este
sistema de hibridación, se empiezan a ver sistemas de trabajo que pueden considerarse (salvando tiempos y distancias) capitalistas, entre las que se encuentran la mita, la encomienda y el yanaconazgo.
La cultura más fuerte termina relegando a la cultura más débil a los márgenes y, también, los termine encorsetando en un museo, como reliquias de lo que hubo y se puede reconstruir de manera parcial la historia.
Se puede empezar a ver que la destrucción de la cultura inferior es física, pero también es simbólica debido a que se le destruye el lenguaje y todo el sistema de creencias y su
organización y división del trabajo en cuestión de que el porvenir tiene que ser venturoso.
Se puede ver que el arquetipo de lo importado tiene serias desviaciones respecto de la
cultura original, ya que el hecho de importar una nueva cultura, también debe tenerse
diversos condicionantes, como la geografía, la historia y otros diversos condicionantes del lugar al que se conquista.
Es lo que se puede ver que sucedió en América Latina a partir de la Conquista de América en 1.492, debido a que había una cultura autóctona, con su conformación de valores y su organización del trabajo, y al ser conquistados por los españoles, como una cultura extranjera que tiene otro sistema de valores, y chocan de manera cruenta y violenta.
Esta confrontación de los dos sistemas culturales, surge una nueva cultura con elementos mayoritarios de la cultura dominante (en el caso de América Latina, la europea) y contiene también elementos minoritarios de la cultura dominada (en el caso de América Latina, la cultura indígena), y contiene elementos de ambas culturas.
Esta cultura dominante, que es la cultura europea, replegó la cultura dominada a vivir en los márgenes, y como tampoco a aceptado los avances que trajo, casi sin poder acceder a las novedades del sistema, y sus restos de material cultural queda como un objeto en un museo, que nos intenta acercar a una forma de vida cuasi extinta.
También al destruirse su sistema simbólico, su lenguaje termina siendo una lengua romance entre gente que la puso absorber por los familiares que han podido aprender ese lenguaje.
Es en este contexto se puede ver que la cultura dominada pasa a estar en vías de extinción, queda cuasi desaparecida, sin poder llegar a recuperar parte de sus derechos y de sus tierras que le pertenecen por derecho.
La cultura dominante luego comienza el proceso de asimilación de los elementos que
recuerdan a la cultura dominada, y comienza el proceso de dejar en el olvido la cultura
dominada.
Todo sistema dominante también tiene sus grietas porque en América Latina existen
aunque sea en los márgenes, en los límites de lo que se considera sociedad civilizada,
grupos de cultura autóctona, que recuerda lo que alguna vez fue.
Se puede ver entonces que los sistemas por más aglutinadores, y por más híbridos que sean no pueden tener todos los elementos componentes de los sistemas dominados, y que aunque no pueda callarlos del todo, trata de sembrar la distracción para que no sean vistos.
La visualización de estos restos de cultura que no aceptaron la dominación implica que
veamos que los restos culturales son parte de un sistema mucho más amplio y que lo
podemos reconstruir respetándolos y que se los pueda tener en cuenta.