Para constituir un espacio de diálogo interinstitucional, intersectorial y comunitario
Con el objetivo de concertar y organizar acuerdos necesarios para la generación de
políticas públicas a nivel municipal, el próximo miércoles 10 de julio a partir de las 9:00 Hs, en Salón Blanco Municipal se celebrara la re-apertura de las mesas locales intersectoriales para el abordaje y prevención de violencias de género, para construir este marco teórico-conceptual, definir el marco sobre el cual posicionarse desde las mesas locales, partiendo de una concepción de género en sentido amplio, que permita revisar la concepción de identidad de género e incluir a otros grupos vulnerados como la comunidad LGTBI+. Poner en discusión qué se entiende por violencia familiar, por violencia de género y fundamentalmente, qué concepción de sujeto es la que sostiene las intervenciones.
Las violencias por razones de género constituyen un grave problema social, que implica la violación de derechos humanos fundamentales, tanto en el ámbito público como en el privado.
Estas diferentes violencias evidencian sistemas de relaciones desiguales de poder, que impiden la construcción de vínculos democráticos en cualquier ámbito donde éstas tengan lugar. Dichas desigualdades aún se sostienen en razones de género, lo cual, constituye un obstáculo para el desarrollo con equidad, justicia y paz social.
Podemos identificar múltiples violencias y discriminaciones por razones de género, que se reproducen en todos los ámbitos por los que transitamos, e interactúan con otras formas de discriminación y vulneración de derechos. Dichas violencias son aún el componente resultante un sistema patriarcal que organiza de manera jerárquica la realidad social.
Las violencias por razones de género, deben ser comprendidas en los términos de la Ley Nacional 26.485 como “toda conducta, por acción u omisión, que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte la vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, participación política, como así también la seguridad personal de las mujeres” y ampliarlo a la comunidad LGTBI+. En la mencionada Ley se establecen distintos tipos de violencia; física, psicológica, sexual, económica patrimonial y simbólica y se enuncian las diferentes modalidades, entendidas como las formas en que se manifiestan los tipos de violencia contra las mujeres en los diferentes ámbitos, violencia doméstica, violencia
institucional, violencia laboral, violencia contra la libertad reproductiva, violencia obstétrica, violencia mediática, el acoso callejero (modificatoria Ley 27501) y la violencia política (modificatoria ley 27533).
Esta problemática requiere para su abordaje, un cambio de paradigma, que contemple no solo a quienes padecen las violencias y discriminaciones, sino también a quienes las ejercen, así como re-formular el contexto histórico y sociocultural.
Resulta imprescindible construir estos espacios donde se contemple la interpelación a las formas de comunicación que amplifican discursos sostenedores de estereotipos, mitos y prejuicios reproductores de un orden patriarcal, así como también, aquellos que fortalecen la organización de la comunidad.
Las mesas locales son el espacio donde se pueden concretar y organizar estas acciones
generando así propuestas de política pública a nivel municipal
En la conformación,hay que reconocer la multiplicidad de actores
intervinientes desde el gobierno municipal como, la secretaria de desarrollo social, salud y la dirección de mujeres, políticas de género y diversidad sexual; los organismos provinciales en el territorio como, la comisaría de la mujer y la familia, establecimientos sanitarios o educativos y organizaciones sociales o comunitarias de diferente tipo, dedicadas a esta temática en este territorio y juntos poder delinear las incumbencias de cada quien, así como, abordar instancias de articulación; ya que, no se trata de superponer acciones o eludir responsabilidades frente a esta problemática, sino de asumir roles diferenciados con la articulación necesaria que permita
respuestas, posibles coherentes y eficaces. Esta re-apertura de las mesas locales, se inscribe como un proceso de trabajo y construcción que llevará el tiempo particular, pero permitirá encontrar el modo de funcionamiento; días y frecuencias de los encuentros, formación de comisiones de trabajo, temario a tratar, acciones a
realizar y la modalidad de articulación de dichas acciones frente a casos concretos.