A mi madre
Estoy acostada mirando hacia arriba
La luz apagada, la puerta cerrada
Y de pronto veo una mancha blanca
que no se movía , pero si brillaba .
Pensé en una estrella que se reflejaba
Abrí la ventana y solo era lluvia, la que mojaba
Entonces lo supe, mi madre me hablaba
Sin palabra alguna, a mi lado estaba.
Marta Folabbela
Hogar “San Vicente”
Hermoso recuerdo de nuestras madres,que siempre llevaremos en nuestra mente y corazón, junto a todos nuestros seres queridos que partieron pero continúan junto a nosotros.
Felicitaciones.
Me encanta la sensibilidad que emerge de las letras de Martita. Ojalá podamos seguir leyéndolo.