
Durante la visita de Javier Milei a Madrid, Victoria Villarruel respondió con dureza a Irene Montero, ex ministra de Igualdad y eurodiputada de Podemos. Montero había criticado las políticas del gobierno argentino, pidiendo a la Comisión Europea que actuara para garantizar los derechos del pueblo argentino, especialmente de mujeres y personas LGTBI. Villarruel, utilizando su cuenta en la red social X, respondió tajantemente, defendiendo la soberanía y las políticas de su país, y sugiriendo a Montero que se preocupara por los problemas internos de España.
Villarruel hizo referencia a la ley “Solo sí es sí” promovida por Montero, la cual, aunque inicialmente buscaba endurecer los castigos contra agresores sexuales, resultó en la reducción de penas y la liberación de numerosos condenados. Esta crítica refleja el profundo desacuerdo entre las políticas de seguridad y justicia de ambos países.
La llegada de Milei a España, donde fue recibido con honores por Isabel Díaz Ayuso y
condecorado con la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid, generó tensiones políticas. El gobierno de Pedro Sánchez expresó su disgusto por la decisión de Ayuso y acusó al Partido Popular de deslealtad. La vicepresidenta segunda del gobierno español, Yolanda Díaz, también criticó la condecoración, argumentando que premiar a Milei implicaba apoyar políticas que conducen a la pobreza y desigualdad.
La visita de Milei a Madrid forma parte de una gira europea que incluye paradas en
Alemania y la República Checa. En Hamburgo, recibirá el Premio de la Sociedad Hayek y dará una conferencia, mientras que en Berlín se reunirá con el canciller alemán, Olaf Scholz. En Praga, será reconocido por el Instituto Liberal y se encontrará con el primer ministro y el presidente checos. Milei regresará a Buenos Aires el 25 de junio.
Este incidente subraya las tensiones entre el gobierno libertario de Argentina y la
izquierda europea, reflejando profundas diferencias ideológicas y políticas. La defensa de Villarruel de las políticas de su gobierno y su rechazo a la interferencia extranjera son emblemáticas de la postura del gobierno argentino actual. Milei, por su parte, continúa fortaleciendo alianzas con líderes europeos que comparten su visión política,
consolidando su presencia en el escenario internacional.
El enfrentamiento entre Villarruel y Montero no solo destaca las tensiones diplomáticas, sino también las diferencias fundamentales en las políticas de derechos humanos y justicia entre Argentina y ciertos sectores de la política europea. La ley Solo sí es sí es un punto particularmente controvertido, y la crítica de Villarruel refleja una visión más conservadora y punitiva respecto a la justicia penal.
La gira de Milei en Europa y su recepción por figuras políticas clave sugiere una estrategia de fortalecer su imagen internacional y buscar apoyo externo para sus políticas internas.
Esto puede tener repercusiones significativas tanto en la política doméstica argentina
como en sus relaciones internacionales, especialmente con países que comparten o se
oponen a su enfoque libertario.
El intercambio entre Villarruel y Montero, junto con la gira de Milei, destaca las tensiones y desafíos en la política contemporánea, donde las ideologías y políticas internas tienen repercusiones internacionales. La defensa vehemente de Villarruel de las políticas argentinas y la condena de Montero a las mismas ilustran la polarización política que define el escenario actual en muchos países.