Me plantee hablar de un personaje muy particular en la filosofía, pensé en hablar de
Sócrates, que para la Grecia clásica, aquella Grecia que añoramos del siglo V a. C., que
viene de una clase media acomodada para aquella época, su padre Sofronisco, quien era escultor, y, su madre Fainarate, quien era partera. También se caso con Jantipa, y fue padre de tres hijos: Lampocres, Sofronisco y Menéxeno.
Por diversas fuentes sabemos que participó de varias guerras en esta época, y esto le valió el merito de convertirse en una persona pública en Atenas, también se acercó al oráculo de Delfos que le dio una orden: “Conócete a ti mismo”, y cuando Protágoras fue al oráculo, el mismo oráculo definió a Sócrates como “el hombre más sabio de Grecia”.
Sócrates como filósofo marca un antes y un después ya que sus predecesores, buscaban principios en la naturaleza (excepto Parménides), y a partir de nuestro filósofo se plantea la búsqueda de un concepto universal, a través de la pregunta ¿Qué es x?.
En este contexto de reformulación de la actividad filosófica, se pretende la búsqueda de un concepto universal que comprenda a todos los ejemplos, y que a su vez, sirva para que todos conocieran el valor que tiene ese concepto y que lo puedan usar de manera correcta.
Las diversas enseñanzas de Sócrates, a las cuales accedemos a través de Platón, Jenofonte y Aristóteles, han dado pie a que surjan diversas escuelas y diferentes maneras de pensar que van desde sus contemporáneos hasta el final de la Edad Media, y aun hoy es un espejo insoslayable cuando necesitamos definir alguna palabra.
Por como realizó la actividad filosófica, cuyo método se denominó la mayéutica, que
consta de dos partes: una parte destructiva, en la cual Sócrates y con mucha ironía ponía a prueba las opiniones de sus interlocutores, y, en segundo lugar, al llegar a diversas aporías en las cuales se enredaban los diversos interlocutores de Sócrates no les quedaba otra manera de explicar los conceptos que buscando una definición que abarcaba todos los ejemplos anteriormente dados, fue condenado a muerte.
El proceso y sentencia de Sócrates tuvo cargos reales y, también, tuvo cargos inventados, debido a que Sócrates se enfrentó al poder, cuestionándolo y mostrando sus más absolutas coyunturas falibles, a través de las cuales se mostraban sus puntos débiles, y, cuando aceptó su sentencia, es decir, que aceptó tomar el veneno (cicuta, según la leyenda) y negarse a ir al exilio, demostró ser un maestro de la filosofía y, también, ser un maestro de la vida.
Sócrates, demuestra con su actitud que la filosofía es un ejercicio que prepara al hombre que filosofa, al estar preparado para la muerte, al hecho de que el hombre como compuesto de un cuerpo y de un alma, mediante la cual la muerte, hace que el cuerpo quede en la tierra y el alma se libere de su cárcel y ascienda a los dioses.
Sócrates nos enseñó desde sus contemporáneos hasta nuestros días, que el filósofo debe tener una coherencia ante sus principios, valores, y forma de vida, y, también debe tener una posición ética ante la filosofía, y, ante sus propios pensamientos y argumentos.
Sócrates se enfrentó al poder, y también lo incomodó con las reflexiones, con las preguntas, con sus intervenciones, y como les enseñaba a sus discípulos y a las diversas personas, porque a través de sus preguntas, y de todas sus intervenciones, les enseñaba y los ayudaba a intervenir críticamente en la realidad.
Las intervenciones de Sócrates han sido muy directas y muy certeras debido a que nos
enseñan, también en esta actualidad circundante, a buscar las diversas maneras de pedir explicaciones a los que tienen poder tanto económico como político, y como poder buscar la manera de incomodar.
En la actualidad tener la presencia de Sócrates como guía para poder buscar y establecer los diversos métodos de críticas severas para poder incomodar, para poder pedir explicaciones,
a todos quienes manejan las diversas áreas de poder que rodean a nuestra vida, y que
dirigen los destinos desde diversas áreas.
El hecho de enseñar a cuestionar al poder, y que estos cuestionamientos hagan su mella en el corazón del poder, es lo que molesta al poder, que lo única que busca es domesticar a las personas civiles, los diversos poderes no toleran.
En estos momentos donde los diversos gobiernos y los diversos poderes económicos nos atraviesan y no dejan de ser aquellos que dirigen y que buscan la dominación extrema en sus áreas, empezar a mostrar a una figura como Sócrates es mostrar como se debe cuestionar al poder, es mostrar como pedir explicaciones y molestar al poder.
En las escuelas se debe mostrar que el supuesto “adoctrinamiento” es enseñar a incomodar y es enseñar a los jóvenes a incomodar al poder, es enseñarles a los jóvenes a buscar las preguntas en los argumentos de los poderosos.
Así como Sócrates molestó al poder y enseñó como cuestionar (a sus discípulos) al poder, es el rol que debe tener la educación para que los alumnos puedan tener un pensamiento crítico para poder abordar e intervenir en la actualidad, y los medios de comunicación deben replicar esta forma de intervenir en la realidad.
En este contexto de tanta desidia, de tanta división entre oficialistas y antioficialistas, en donde la verdad quedó sesgada de acuerdo a los diversos intereses, y a que los programas escolares vienen cada vez más desactualizados y edulcorados, es necesario recuperar a Sócrates y a sus diversas intervenciones.
Como Sócrates no escribió libros, sino que impartía sus enseñanzas con las dudas que les planteaban sus interlocutores en el momento, nos podemos acercar a su pensamiento a través de los diálogos de Platón, tanto como los que forman parte del corpus como los apócrifos, y de los diversos testimonios que recuperan las diversas escuelas que forman parte del espectro de enseñanzas que dejó Sócrates.